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Todo el mundo se quejaba de la clase de constitucional, para la mayoría era aburrida y eterna, bueno, para las chicas y uno que otro chico soportaban por el profesor que impartía la clase, Harry Styles. Él era el tipo de profesor que uno cree solo se encuentra en las películas, alto, guapo, de buen estilo, amable, sonriente... Pero su clase era para todos, totalmente aburrida. Y es que tenían mucho por leer, y aunque su constitución no era escrita por su sistema common law, si tenían mucha historia que ver, muchos sistemas en el país que conocer y muchas cosas que Harry les decía pero que no hacían realmente caso por lo distraídos que estaban con tratar de entenderle por lo rápido que iba.

Pero había alguien que amaba esa clase... Niall Horan de nuevo ingreso, él entendía a la perfección lo que hablaba su profesor, y era más que nada porque amaba la historia y leer. A veces se preguntaba por qué se quejaban tanto sus compañeros si sabían a lo que se atenian entrando a derecho.

Harry iba muy rápido porque amaba su materia, era apasionado y creía que era algo fácil de digerir. Además de que daba sus temas lo más ameno posible, a manera de que todos entendieran.

Se consideraba un buen profesor y es que tenía años enseñando, para ser exactos 10. Trataba de llevarse bien con sus alumnos pero no al nivel de permitirles libertades demasiado personales. Jamás hablaba de su vida privada hasta esa primera clase del día.

Alguien había entrado a su auditorio a mitad de la clase, se excusó y solo dejó un café sobre la mesa de una de sus alumnas, todos hicieron "awww" ante el gesto romántico, hasta él mismo.

Detuvo lo que decía sobre la forma de gobierno y dijo:

- Me distraje porque le dejaron el café - mencionó, sin tono molesto, y más bien con una sonrisa.

- Y uno aquí solo - mencionó el chico rubio que siempre miraba durante su clase.

Todos en el salón se rieron.

- No tiene que estar con nadie para estar bien con usted mismo.

- Claro, lo sé, es que...

- ¿Habían escuchado hablar del amor platónico? Este viene de platón, como su nombre lo explica. Nos dice que todos los hombres tenían formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, dos fisonomías unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que reunía estos dos semblantes opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos de la generación, y todo lo demás en esta misma proporción. Mitad hombre y mitad mujer, el 'Andrógino' -como el filósofo nombró a este ser mítico- tenía todo el potencial para ser poderoso y brillante. La palabra viene, literalmente, de una unión entre ambos sexos: en griego, 'andros' quiere decir hombre; 'giné', se traduce como mujer. Andrógino es la unión perfecta entre ambas esencias.

>>>Ante la posibilidad de perder poder frente al Andrógino, Zeus decidió partirlo a la mitad con un rayo fulminante. Fue así como los seres humanos empezaron a vagar por el mundo demedidados, partidos a la mitad, completamente perdidos sin el pedazo que les hacía falta.

>>>Ésa es la idea de amor platónico a la que cientos de miles de personas aspiran: a estar rotas, sólo para que alguien más les complete la existencia.

>>> Pero no mis niños, con uno mismo se puede estar más que bien, primero tenemos que comprendernos y ser felices nosotros solos para entonces si, ser felices junto a alguien más.

- ¿Usted ha encontrado su otra mitad?

Harry rodó los ojos, sin comprender cómo estudiantes universitarios no entendían el punto al que se refería. Aún así se sintió con la confianza de contestar y es que ver los ojos azules de aquel estudiante le daba una confianza rara, pero de la cual no se percataba.

- No, por eso me divorcie y que bueno, estoy más que feliz soltero.

Todos volvieron a reír.

- Pero ya me desvíe mucho del tema, sigamos... El ministro...

A partir de ese día Niall como que sintió un crush en su profesor, tal vez era su forma de vestir, siempre de traje completamente negro y bien peinado, con una sonrisa y hablando rápido siempre. Le encantaba su forma de pensar, su inteligencia y sobre todo, la forma en la que se sonrojaba cuando se le salía información personal.

Niall no pudo evitar engancharse de él y es que notaba la manera en que siempre lo miraba.

Y un día supo por qué, un alumno le había pedido consejos para hablar frente a una gran cantidad de gente sin estar tan nervioso durante el proceso.

El contestó:

- Es más que nada con la práctica y estudiar bien de lo que planeas exponer, un consejo que puedo darte es que mires a las personas que te den confianza, eso hago yo, veo a quien sé que me pone atención y se creo que tienen un buen carácter.

Niall se sintió morir porque, de todos, a él siempre era al que miraba.

Así que empezó a participar más, estudió el doble y miraba siempre con atención a su profesor.

Un día simplemente no pudo resistirlo y se quedó al final de una de sus clases.

- Hola, profesor.

- Hola Niall, ya nos habíamos saludado. - sonrió, haciendo que sus hoyuelos se vieran, Niall como que tuvo un mini ataque al corazón.

- Solo quería preguntar si podía invitarlo a salir.

Hubo silencio total por unos segundos que parecieron años para Niall, al final Harry le dio la espalda y comenzó a guardar sus cosas en su portafolios.

- No podemos tener ese tipo de conversaciones aquí, soy tu profesor, señor Horan.

- Sí, claro, lo siento, yo...

- Pero - lo cortó - justo ahora acaba de terminar mi turno, puedes invitarme fuera de la escuela en exactamente - miró su reloj - en exactamente diez minutos, cuando pase en mi auto por el parque que esta pasando la calle.

Y salió de ahí, Niall no tardó nada en salir corriendo para ir a donde le había indicado.

En mi menteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora