Mɪ́ʀᴀᴍᴇ ᴀ ʟᴏs ᴏᴊᴏs

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Una serena mañana en el condado de Findlend se vio abruptamente interrumpida para John Atlas cuando, a las 7:34 a.m., abrió los ojos. Salió de su habitación con medio pijama y se dirigió a la cocina, saludando a su madre con alegría. Sin embargo, la tranquilidad se desvaneció cuando encendió el televisor y sintonizó el canal de noticias.

Una reportera anunció un extraño comportamiento en peatones que se volvían agresivos, atacando con mordeduras. La transmisión se cortó bruscamente, dejando a Atlas preocupado. Antes de poder alertar a su madre, un peatón ensangrentado se abalanzó sobre él. Tras un breve forcejeo, la madre de Atlas intervino, apuñalando al agresor. Pero la tragedia no había hecho más que comenzar.


Otro peatón mordió a la madre de Atlas en la nuca, transformándose rápidamente. Atlas, cargando a su hermana, corrió hacia el segundo piso, pero un tropiezo permitió que su madre lo mordiera. Desesperado, llegó a su habitación, cerrando la puerta con barricadas.


Atlas, al revisar la mordedura en su tobillo, se dio cuenta de que su destino se oscurecía. Entre lágrimas, comprendió que debía tomar una difícil decisión: morir o dejar a su hermana para protegerla de sí mismo. Consoló a su hermana, cerró la puerta y la dejó atrás.


Lleno de dolor y lágrimas, Atlas descendió enfrentándose a una horda de peatones infectados. A pesar de los mordiscos, siguió luchando, sabiendo que cada paso los acercaba a la seguridad de su hermana. Sin embargo, un supuesto rescate resultó ser una emboscada, y Atlas fue baleado.


En sus últimos momentos, vio cómo se llevaban a su hermana, quien no lo reconoció entre los cadáveres. Pronunció sus últimas palabras antes de arder en llamas, renaciendo de las cenizas.


Atlas despertó entre escombros, con su mano regenerándose y una nueva conciencia de su existencia. Se levantó desnudo y sucio de cenizas, observando un paisaje desolado. Se dio cuenta de que ya no era un simple humano, sino algo más.


Exploró entre las ruinas de su casa, encontrando la foto de su hermana intacta. Después, enfrentó a infectados en otra vivienda, mostrando una fuerza sobrenatural. Se vistió con prendas encontradas y se armó con un hacha del sótano, enfrentándose valientemente a una horda que se interponía en su camino. La historia de Atlas se transformaba en un relato de resiliencia y renacimiento en un mundo postapocalíptico.

The eye of bloodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora