CAPÍTULO 51:AMOR POR LOS ANIMALES

114 19 7
                                    

Julio de 2021

Safari, Madrid.

11:00 a.m.

DANI.

Apenas llevamos media hora en el safari y Silvia ya quiere secuestrar al noventa por ciento de los animales que corretean por las instalaciones en total libertad. Por lo que tengo entendido hay diferentes secciones en las que si o si debemos ir en coche, luego hay un mini-zoo, una zona de reptiles a la que me niego a entrar y exhibiciones de aves rapaces a las que Silvia quiere ir.

—¡Una cebra!¡Mira que cosa más preciosa!—grita Joana.

—¡Es preciosa!—exclama mi chica al verla.

Pongo una de mis manos sobre su rodilla y le doy un pequeño apretón para que dirija la mirada a una cría de cebra que juega con otra. El brillo de sus ojos me da a entender que está maravillada con esta experiencia, sin duda Abril acertó con este regalo. Continuó conduciendo haciendo alguna parada para que Silvia pueda hacer fotos y observar bien a los animales.

—Bueno, a ver, ¿por dónde vamos?—pregunto al ver una señal que indica diferentes direcciones.

—A la derecha.—propone Joana.

No me jodas. A la derecha, miro a Silvia que al darse cuenta de lo que pone me mira con cara de niña pequeña, suspiro porque sé que más tarde o más temprano tendré que afrontar a las putas serpientes. Aparco el coche y Silvia me mira cuando sus amigos ya se han bajado del coche.

—Si lo pasas muy mal ahí dentro, nos salimos, ¿de acuerdo?

—Rubia, si tú quieres verlo no hace falta que te salgas, no creo que haya tantas serpientes. Además los lagartos me llaman algo más la atención.

Sonríe y besa mis labios antes de bajarse del coche, hago lo mismo y me abrazo a ella por la espalda para besar su mejilla varias veces con fuerza.

—¡FOTO!—grita Joana sacando el móvil y haciendo un selfie con todos—,va parejita, os hago una foto.

Silvia, se da un poco la vuelta y me pone morritos para que le de un beso, me río un poco, joder es preciosa. Beso sus labios mientras una de mis manos está situada en la zona baja de su espalda.

—Dani, las manos donde yo las vea eh.—bromea Abril.

—Si tu supieras donde he tenido las...

—¡Dani!—me corta Silvia poniéndose roja como un tomate.

Me rio y beso varias veces sus labios antes de entrar en la peor de mis pesadillas, el reptilario. Silvia se abraza a mi brazo mientras recorremos los pasillos llenos de vitrinas, aparto la mirada cada vez que veo una dichosa serpiente y aguanto las bromas de Joana, Abril y Yago. Al salir dejo escapar todo el aire que estaba conteniendo, Silvia se ríe un poco antes de ponerse de puntillas y besar mis labios.

—Mi chico valiente.—susurra tierna.

—No vuelvo a entrar ahí en la vida, avisada estás.

Abril me mira y niega despacio.

—¿y cuando seáis padres?¿vas a privar a tus hijos de ver las serpientes?—pregunta—,tú solo imagínate a una mini Silvia pidiéndote por favor que quiere ver serpientes.

Me quedo en silencio y no puedo evitar sonreír, joder, si Silvia ya de por si es capaz de convencerme para entrar a una cosa de estás una mini Silvia sin duda acabaría conmigo...Mi chica me mira y sonríe.

—Yo quiero un mini Dani, pero aún no, más adelante.

—¿¡Ya estáis hablando de tener niños!? ¡Hostia!—exclama Joana—.Soy muy joven para ser tía, chicos.

Cristal® [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora