𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐈𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 (𝐓𝐨𝐧𝐲 𝐒𝐭𝐚𝐫𝐤 𝐘 𝐓𝐮) (𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐄 𝐇𝐢𝐣𝐚)

Ironman 2 (19)

Tony Stark

Definitivamente no hay nada mejor que comenzar el día discutiendo con el Senador.

Prometo por lo que sea que no me gusta humillar a empresarios inútiles, pero se me da naturalmente y Justin Hammer no colabora. Lamentablemente, Justin Hammer carece de cerebro y eso no es mi culpa, hasta llego a sentir pena por el.

—Solo quiero aclarar que el piloto de prueba sobrevivió —aclaró Hammer luego de haberme molestado en exponer pruebas audiovisuales donde demostraba el terrible esfuerzo de Hammer y otras organizaciones en imitar mi armadura.

—Su punto es que ya terminamos —habló finalmente el Senador poniéndose de pie, demostrando su desesperación por la situación.

Considero que en esta sala no hay nadie que tenga el derecho de reclamarme, ellos intentaron quedarse con mis armaduras y yo las defendí, no solo por mi, sino también por mi hija porque las armaduras también eran un proyecto de ella, por lo tanto mi deber es defender lo que nos pertenece. Además, considerando los eventos que ocurriendo con mis armas, ya no puedo confiarle mis armaduras o mi tecnología al Estado.

—Y mi punto es que tendrían que agradecerme —comencé a hablar, decidido a darle fin a esta conversación.

—¿Por qué? —preguntó el Senador.

—Porque soy su gran escudo —respondí haciendolo como si fuera obvio —. Y funciona, estamos a salvo, el país está seguro. ¿Quieren mi propiedad? ¡No la tendrán! —exclame fuerte, dejando mi tranquilidad de lado y tomando poder en esta sala —. ¡Pero les hice un gran favor! Yo privatice la paz mundial.

Aseguré finalmente mirando al público y a las cámaras, dándole la espalda al Senador y mostrando el signo de paz con mis dedos.

—¿Qué más quieren? Por ahora —me di media vuelta en mis talones para apuntar a mi enemigo —. ¡Trate de trabajar con todos esos asnos idiotas!

—Pudrase, Sr. Stark. Pudrase —habló el Senador. En el fondo sabía que me quería mucho... A su manera, por supuesto.

Tome mis gafas para ponermelas y salir de aquí con estilo. Tome pasó entre el público, asegurando nuevamente mis intenciones con un buen apretón de manos.

—Mi compromiso es con el pueblo y serviré a esta gran nación de la medida en que a mi me plazca y si algo se ha aprobado es que hago siempre lo que a mi me plazca —le di fin a la conversación, dejando mi mejor cara enfrente de todos.

Al salir de la sala, la libertad llegó a mi, brindandome calma luego de lo anterior. Mi cuerpo comenzaba a mostrar indicios de cansancio, no solo por lo ocurrido recientemente, también por la noche anterior y haberme presentado en la Expo de este año, y desearía que fuera solo por esas razones, pero había una más y esa era Pepper.

Pensar en ella era agotador, sin embargo no puedo dejar de hacerlo. De alguna forma mi cabeza repetía su nombre una y otra vez, todo el día, incluso en la noche.

Tuve más de un año para hacer algo al respecto luego de la reveladora historia de Pepper, fue tiempo de sobra para sentarme y pensar en todas las posibilidades para que esto no terminará en un desastre, pero a pesar de que soy el hombre más inteligente y listo, no encuentro la manera de tener el control de la situación.

Intente a comprender a Pepper, muchas veces y siempre llegaba a la misma conclusión, me encontraba perdido en sus mentiras y en el "habría hecho lo mismo si hubiera estado en su lugar". No puedo negarlo.

La única razón que tenía para llegar a casa era ver a mi hija y poder estar con ella, pero la verdad es que esta vez no quería hacerlo por que realmente no quería enfrentar la realidad en la que estaba viviendo. Lo cierto es que el miedo me está consumiendo lentamente, por lo que fingir valentía con el propósito de no preocupar a mi hija se había vuelto un pasatiempo casi.