𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐈𝐬𝐬𝐮𝐞𝐬 (𝐓𝐨𝐧𝐲 𝐒𝐭𝐚𝐫𝐤 𝐘 𝐓𝐮) (𝐏𝐚𝐝𝐫𝐞 𝐄 𝐇𝐢𝐣𝐚)

15

_______ (Stark) Potts

Después de un viaje con mucha risas, comentarios sarcasticos y bromas de parte de ambos, llegamos a la famosa fiesta en la que Tony no había sido invitado.

En el momento que ambos bajamos del lujoso auto de Tony, sentimos el flash de las cámaras apuntando en nuestra dirección, además de los gritos de los periodistas, que se mantenían lejos por barreras.

—Tony —tome su manga derecha para llamar su atención —¿Crees que fue buena idea venir?. Hay demasiada gente mirándonos, me siento… ¿incómoda? —realmente me sentía así.

Nunca había asistido a una fiesta así de elegante y tampoco había usado un vestido como el que llevaba puesto, además de que ahora, los lugares con muchas personas me ponian… ¿ansiosa? Tal vez.

—Oye, tranquila —me tomo de mis hombros —No voy a dejarte sola y mucho menos voy a permitir que alguien te haga algo. Estoy contigo, ahora y siempre —me sonrió tiernamente, igual como antes, me sentía segura y amaba eso —Súbete —lo mire extraña sin entender a qué se refería —En mis hombros. Ven, súbete a la parte trasera del auto.

Tal como lo dijo, lo hice, luego el se puso en frente de mi. Levanté mi pierna derecha primero y la puse en el hombro derecho de Tony, hice lo mismo con la otra pierna, quedando arriba de el.

Y así, ambos tomamos camino hacia adentro.

—Hola, Tony, ¿te acuerdas de mi? —pregunto una chica de cabello rubio con kilos de plástico encima.

—Claro que no —respondió Tony. Solo reí por la su respuesta y me quedé viendo a la mujer que me miraba con odio. Siguió caminando conmigo arriba de él —Te vez bien, jefe —le dio una palmada a un hombre de cabello blanco que tenía a dos chicas a su lado. Siguió su camino hasta llegar con el calvo de la otra vez —¿En que clase de mundo te tienes que colar a tu propia fiesta? —pregunto haciendo nota su sarcasmo.

—¿Que haces aquí? —pregunto el calvo riendo —Trajiste a la niña, que agradable sorpresa verte de nuevo —se notaba en su voz que estaba disgustado por mi presencia. Solo le levante el dedo de al medio con una sonrisa burlona —Esperaba ver a todo menos a ustedes dos —comentó riendo.

—No puedes hacer una fiesta y no invitarme.

—Si no lo hice fue por algo. Lo último que necesito es que hagas un escándalo, Tony. ¿Podrías llevarte a la niña y ser discreto? —le preguntó simulando ser buena onda, como si fuera su íntimo amigo.

—O si no ¿que? —desafie al pelado —¿Nos vas a amenazar de muerte como lo hiciste conmigo?.

—¿Como? —pregunto Tony, mirándome confundido.

—Nada. Parece que a alguien le gusta hacer broma de mal gusto —no paraba de reír y aunque intentará parecer un tipo agradable, no funcionaba.

—Si, claro. Bromas.

—Te veo adentro —aviso Tony, dándole palmadas en el hombro para seguir con nuestro camino.

Cuando llegamos adentro, me bajó de sus hombros y acomode mi vestido. El lugar estaba lleno de gente, gente importante y millonaria, por supuesto. Lo primero que hicimos fue ir a la barra.

—Dame un Whisky, muero de hambre —pidió Tony al bar tender.

—Yo igual quiero —le dije al bar tender, apoyada en el bar.

—No —mire indignada a Tony por negarme eso —¿Tienes champagne para niños?.

—Si, señor —respondió el bar tender.