Undécimo capitulo.

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—- ya son las doce, intenta descansar, si? —- le decía Jeon, frotando sus brazos para que él omega entrara en calor.

El mayordomo Seo se llevó el abrigo de ambos, retirándose en silencio.

—- no quiero descansar, no tengo sueño. —- decía sin ganas de nada, su lobo estaba triste, angustiado y nada lo calmaba. Solo quería sentarse en el sofá junto al teléfono de la casa y esperar una llamada que le dijera que habían encontrado a su cachorro.

—- está bien, al menos, tómate un café, no haz comido nada en todo el día, me tienes preocupado. —- Jeon se inclinó para quitarle los zapatos y que pudiera ponerse las pantuflas. Él omega se dejó hacer. —- ven aquí, cariño.

De la mano, el alfa le acompañó a la acogedora sala, la chimenea estaba encendida y lo ayudó a recostarse mientras lo cobijaba y se sentaba a su lado. Besando el cabello del omega.

—- todo estará bien, te lo prometí y así será. —- le dijo, inundado por la tristeza de su omega.

—- no sé cuánto más podré soportarlo.. necesito saber que está bien.. lo quiero entre mis brazos, Jungkook..—- comenzó a llorar en su pecho, desahogándose, algo que no pudo hacer en el orfanato, no sin que todos estén murmurando contra él y mirándole como si el culpable fuera él.

—- y lo tendrás, cariño. —- lo acogió entre sus brazos, como otro pequeño cachorro mientras lloraba. —- voy a preparar tu café y te lo traeré enseguida, si?

—no te demores, por favor.—- le miró con sinceridad y lágrimas, con su mano extendida indecisa de soltar la suya. El alfa sintió que su corazón vibró al tacto ligero de la yema de sus dedos, y su lobo aulló dentro de su pecho a la luna, fue más un canto de felicidad, como si quisiera gritarle a todo que, finalmente había encontrado a su compañero de vida.

Esa sensación en el pecho del alfa seguía tan intacta que solo pudo asentir y caminar un par de pasos, antes que esa dulce voz dijera.

—- Jungkook? —- en un tono tímido.

El azabache giró hacia él, con las mejillas rosadas.

—- te necesito. —- susurró, anhelante. —- yo... necesito a mi alfa.

—- Jimin...—- balbuceó, para luego carraspear la garganta.

—- por qué eso eres verdad? —- preguntó pequeño. Sentándose sobre sus rodillas encima del sofá, apretando la cobija entre sus manos. —- eres mi alfa, mi pareja, mi compañero y yo.. soy tu omega.

—- desde cuando..? —- la frase quedó al aire.

—- yo..—- la timidez lo apresó de nuevo, sus manos se detuvieron sobre su pecho y le miró con lágrimas. —- no sé desde cuándo pero... no me puedo imaginar la vida.. sin ti, Jungkook.

—- ... —- el alfa estaba sin palabras.

—- Sé que nada de esto tiene sentido.. yo no planeaba decirte eso ahora mismo.. —- sorbía por su nariz, las palabras se quebraban en su garganta. —- tal vez estoy siendo muy sentimental pero... creo que eres un alfa excepcional, un hombre maravilloso, tienes un corazón muy noble que me hace admirarte y desear ocupar un espacio en tu vida en el que no encajo.. —- pausó, comenzando a avergonzarse, el corazón le latía a mil, no sabía de donde salían esas palabras pero sospechaba que su lobo hablaba. —- ... gracias por estar conmigo hoy, enserio aprecio la manera en que cuidaste de mí.. tal vez sea mejor que me recueste un rato en la habitación.

Dicho esto, Jeon no tuvo tiempo que digerir una palabra, él omega salió caminando de prisa para subir las escaleras y perderse de la vista del alfa por lo abochornado que se sentía, quería morderse la lengua después de decir todo eso. Rápidamente entro a la habitación y cerró la puerta detrás de él, su corazón continuaba enloquecido y ante la imagen del alfa en su mente, usando ese traje y ese perfume Dior, con sus abrigos largos se derritió por dentro y suspiró.

Solo esperaba que, Jungkook olvidara lo de hace un momento y no dijera nada al respecto.

Y ya que por ahora no podría estar cerca del alfa ya que no tenía cara, decidió que debía tomarse un baño para quitarse la tensión y esperar a que sonara el teléfono dentro de su habitación ya que estaban conectados, manteniéndose lejos del azabache. Tener noticias era más urgente que cualquier cosa, por lo que en segundos eso quedó en segundo plano. La lluvia pronto chocó contra las ventanas en lo que se dirigía al vestidor en busca de una pijama limpia. Revisaba entre ello, cuando un ruido se escuchó atrás suyo, le asustó un poco.

La ropa se abría despacio, y alguien se asomó.

Una cabellera rubia y unos enormes ojitos azules, asustados, que en cuanto lo vieron y esa pequeña nariz captó el aroma del omega corrió a abrazar su pierna con toda la fuerza que ese pequeño cuerpo podía.

Jungmin estaba allí, en casa, escondido en su armario.

Jimin no tardó en agacharse y abrazarlo llorando de alivio, frotándose contra el cachorro, mientras este suspiraba y también se adhería al omega con fuerza, quien lo revisaba de arriba hacia abajo, esperando que no esté lastimado, tomando sus manitos, y besando su carita.

—- cómo llegaste aquí? Tú.. Oh, Dios, que susto me diste, cielo... —- decía secándose las lágrimas al ver que este iba a comenzar a llorar también, pensando que estaba siendo regañado.—- al menos estás bien, eso es lo que importa, vale?

Jimin lo cargó en sus brazos, este se escondió en su cuello, con su manito en la boca.

—- vamos con papá, si?

El alfa estaba a punto de subir con el café, cuando su omega bajaba las escaleras llorando de felicidad en su pijama y con un pequeño en brazos. Su lobo estaba encantado de la imagen y él, podía decir que se había enamorado.

Finalmente, la búsqueda había cesado.

—- estaba en mi armario, apenas me vio vino a mí.—- decía casi orgullloso.

—- ¿cómo terminó en la casa? —- el alfa estaba confundido pero feliz de que su omega estuviera calmado ahora que su cachorro estaba en brazos.

—- no lo sé..yo... tal vez subió al automóvil cuando Seo me llevó al orfanato. —- le buscaba alguna explicación.

—- dices que pudo seguirte cuando te marchaste?—- Jeon le tocó un pequeño rizo dorado y este se escondió más, parecía que su olor de alfa lo ponía nervioso. Por lo que dejó de hacerlo, no quería que llorara, por ahora su lugar seguro era su omega. —- siendo así no llevaba solo una hora desaparecido como dijeron.

—- no creo que se dieran cuenta hasta que debían acostarlos a dormir, de hecho no me sorprende..—- replicó él omega decepcionado.

—- ¿por qué no subes para darle un baño? es tarde pero estoy seguro que podré conseguir.. ¿leche? —- decía dudando, Jimin asintió. —- debe estar hambriento, yo me encargo, además debo notificar a la policía que ya lo encontramos. Apenas termine subo a ayudarte, de acuerdo?

Jimin asintió.

—- te esperaré arriba. —- le dejó un beso suave y subió, más feliz pero igual de apenado.

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