Duodécimo capítulo.

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—- lo conseguiste? —- Jimin sostenía al cachorro ya limpio,  envuelto en toallas. Jungmin era muy tranquilo, no sabía porque en el orfanato decían que era un cachorro problema.

—- aquí está.—- le enseñó el biberón ya preparado, además de una pequeña bolsa. —- compré algo de ropa, espero y sea de su talla.

Él omega lo sentó en la cama, Jungmin solo los miraba y se aferraba a Jimin, Jungkook en cambio notaba como su presencia parecía aterrar al pequeño, y suponía que debía ser por lo que Seo le comentó sobre el cachorro. Era normal que estuviera así de alerta y aferrado al omega, pero también le hacía sentirse un poco distanciados de ambos. Un cachorro a esa edad es algo curioso por lo que le rodea, inquieto y hablan, o lo intentaban pero Jungmin estaba callado, en absoluto silencio dejando que le vistieran.

Jeon se preguntaba cómo podía hacer para que el cachorro dejara de temerle.

—- está listo.—- sonrió satisfecho, besando su mejilla, haciendo que el pequeño riera un poco. —- vamos a comer, si? Ven aquí. —- le palmeó a su lado en la cama. —- Jungkook, puedes darme el biberón?

—- si, aquí tienes. —- se lo entregó sentándose cerca. —- está algo asustado.

—- no confía en los alfas, por eso está así. —- Jimin lo trajo a su regazo y le entregó el biberón, para que comenzara a beberla. —- eso es, despacio, cielo. —- le decía mientras le ayudaba a sujetarlo.

—- busque en internet y supe que también pueden comer otras cosas, pedí que le prepararan una papilla, espero que quede buena. —- decía, luego soltando un suspiro. —- me gustaría que estuviera tan cómodo conmigo como lo está contigo.

—- tienes que ganarte su confianza.—- sonrió.

—- también la tuya.—- le respondió, viéndole. —- Jimin, bajó la mirada al cachorro que lentamente cerraba los ojos, aunque se esforzaba por estar despierto, mirando de reojo a Jeon. Jimin jugaba con esos rizos, relajando más su pequeño e indefenso cuerpecito.—- sobre lo que dijiste...

—- por favor, olvídalo, Jungkook... —- pidió.

El alfa negó, debía decirlo, si lobo lo sentía, esa pequeña separación entre ambos, y su aroma a pesar de estar mezclado con la del cachorro seguía exponiendo sus verdaderos sentimientos.

—- yo tampoco me puedo imaginar el resto de mis días sin ti, Jimin. —- se sentó más cerca, tomando su mano con suavidad. —- quiero que estés a mi lado...verte bajando las escaleras con nuestro cachorro entre tus brazos o llevándolo a la cama como ahora... quiero que el resto de mis noches sean como esta. —- le hizo mirarle con un toque en el mentón.—- ustedes son mi familia ahora y lo más importante en mi vida.

—- entonces... Jungmin..

—- que pasa con nuestro hijo, cariño?—- el cachorro dormido en sus brazos soltó el biberón, el alfa alcanzando a sostenerlo. —- creo que es un niño grandioso y que tendrá a dos padres dispuestos a mover cielo y tierra por él.

—- te amo, Jungkook... —- dijo llorando conmovido hasta el corazón.


[...]

Era tarde, y un cachorro se estiraba en la cama, sintiendo el espacio vacío en uno de sus lados, donde estaba el aroma del omega y todo lo que su nariz percibía era el fuerte olor de un alfa cerca que le hicieron abrir los ojos. Jungkook dormía a su lado, abrazando su cuerpo, por lo que el cachorro se quedó quieto, sin darse cuenta que el alfa también había despertado.

Jeon se sentó bostezando, viendo que el pequeño seguía y le dejó un beso en la frente, este cerró sus ojitos con fuerza, estando algo asustado todavía, cosa que el alfa no sabía como cambiar pero que se esforzaría por hacer, debía crear un vínculo con el pequeño.

—- buenos días, tesoro. —- le acarició el cabello. Este no se movía, entonces tuvo una idea. —- quieres ir donde está Jimin? —- el cachorro le miraba, analizando cada mínimo movimiento en total silencio, solo pestañeando.—- te llevo con él?

Jungmin asintió despacio después de algunos segundos.

—- vamos entonces, te llevaré con él. —- dijo en un tono amistoso, para no asustarlo, ya que sólo sus feromonas lo intimidaban. —- pero primero los zapatos, te puedes resfriar.

Jungmin se sentó en el borde y dándose la vuelta bajo de la cama, para ponerse las pantuflas, el alfa le miraba, asombrado de lo independiente que era el cachorro, y este solo le miró unos segundos antes de estirar su mano, para que le llevara donde prometió. Dudoso y con miedo, se mordía su pulgar en la boca, esperando una reacción de parte del gigante a su lado.

Jungkook sonrió, sosteniendo su pequeña mano y llevándolo por la casa hacia donde se encontrará su omega. Que de hecho no tardó mucho en aparecer por el pasillo vistiendo su pijama blanca de seda y sosteniendo una taza de café. Su sonrisa fue inmediato al ver al pequeño y el cachorro rodeó su pierna con fuerza.

—- déjame ayudarte. —- dijo Jeon, quitando la taza de sus manos.

—- gracias, era para ti. —-respondió, cargando al pequeño y dándole un beso en la mejilla, a lo que esté simplemente se recostó en su pecho con la mano en la boca. —- parece que le agradas, no es así, cielo? —- le dijo al cachorro que tímido se volvió a esconder.

Ambos rieron, el alfa algo avergonzado.

—- lo crees? —- preguntó tocándose el cuello.

—- ya hubiera llorado, pero no lo hizo, es un buen comienzo para ambos. —- le dio otro beso en el cabello del pequeño.

De pronto le rugió la pancita, a Jeon igual.

Jimin se rió.

—- vamos, es hora del desayuno familiar.

Jungkook tomó su mano, acariciándola y besando su nariz, asintió.

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