Capítulo 1

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"Los ojos no saben guardar secretos."

Había conseguido al fin mi puesto en la comisión Tenryou, aunque, sinceramente, no lo dudaba: yo era el mejor detective de toda Teyvat, bueno, yo y mi intuición infalible de la que tanto hacía gala

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Había conseguido al fin mi puesto en la comisión Tenryou, aunque, sinceramente, no lo dudaba: yo era el mejor detective de toda Teyvat, bueno, yo y mi intuición infalible de la que tanto hacía gala.

El oficial Owada me mandó antes de nada a presentarme a mis superiores, pero, la verdad, no iba a hacerlo, ¿para qué? Simplemente tomé el primer encargo que llegó a la comisión y me puse manos a la obra con el misterio; me ardía la sangre de las ganas de comenzar ya con mi trabajo. Al parecer, el primer encargo se trataba del robo de una hucha de una vivienda, cosa que no me resultaría difícil de resolver, así que enseguida abandoné el edificio y me dirigí a paso ligero al lugar de los hechos. Andaba preguntándome la naturaleza de dicho caso, pero nunca se puede subestimar ningún delito. Todo puede esconder detrás una historia escalofriante.

Llegué a la casa en la que se había denunciado el robo y abrí la puerta, y quién la abrió fue una muchacha de cabellos rubios recogidos en una sencilla coleta. Ésta misma me dedicó una suave sonrisa.

― Vaya, ¿usted es...?

― Shikanoin Heizou, el encargado de desentrañar el misterio del robo de hucha, señorita― Anuncié con orgullo.

― Ohm, pase entonces, aunque no creo que encuentre nada más que la detective que vino antes― La chica se hizo a un lado en el umbral de la puerta para permitirme el paso al interior de la vivienda―. Yo soy Zia, vivo en mi casa junto con mi hermana mayor.

¿Había nombrado a otra detective? Mierda, se me habían adelantado. Aunque seguramente ella no encontrará el misterio antes que yo...

Asentí con la cabeza mientras examinaba el interior de la casa, siguiendo a la dueña de ésta hacia el salón, donde me enseñó una bonita hucha de cerdito.

― Ésta es la hucha― Anunció―, solo se puede sacar dinero de ella rompiéndola, pero está en perfecto estado.

Me llevé una mano al mentón y corroboré que era cierto, la hucha estaba intacta.

― ¿Está segura de que robaron dinero de ahí?

― Segurísima― Asintió en convicción―. Antes pesaba como un adorno de hierro, pero ahora...

Ella largó un suspiro y me tendió la hucha para que yo mismo lo comprobase, y, así era, el cacharro no pesaba tanto como debía de ser. Fruncí el ceño y le devolví el objeto, repasando una vez más el hogar con la mirada, parando ésta en cada lugar que me parecía interesante, así como un joyero que estaba colocado sobre un mueble del salón. Lo señalé con el dedo.

― Ese joyero, ¿robaron algo de ahí?

― No― Ella negó con la cabeza―, solo me falta dinero de la hucha.

Volví a sopesar mis opciones.

― ¿Ha visto algo raro últimamente?― Le pregunté cómo última baza.

Little secret [+18] [Fem! Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora