Capítulo 7

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"El amor le dijo al oído: '¿por qué me odias tanto?', y el odio le contestó: 'porque alguna vez te amé demasiado'."

Heizou había acostado a mi pequeño en la cama de la habitación de invitados, por lo que dormía plácidamente

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Heizou había acostado a mi pequeño en la cama de la habitación de invitados, por lo que dormía plácidamente. Ciertamente, yo no quería despertar a Yoshio para irnos a casa, además de que ya estaba comenzando a anochecer y, con ese asesino degollador suelto, no quería sacar a Yoshio de casa a esas horas.

Así que ahí estábamos el detective y yo, sentados cada uno en un sillón de su salón, con una taza de humeante té caliente entre las manos, pues el chico me había ofrecido una por cortesía y yo la había aceptado con esperanzas de que así se me pasase el susto. La verdad, me había sorprendido el estilo acogedor que tenía la casa de Heizou, con los muebles de las tonalidades de la madera si no eran de dicho material, y en el ambiente se respiraba... Su aroma natural, ese que tanto me gustaba, aunque me costase admitirlo y nunca llegaría a hacerlo en voz alta.

Tenía la mirada verdosa de mi subordinado clavada en mí. Lo sabía, lo podía sentir. Me estaba evaluando, estudiando cada una de mis acciones, intentando trazar la historia oculta de mi pasado en su mente, tratando de deducir qué relación tenían los asesinatos por degollamiento conmigo.

Para esquivar sus ojos aceitunados estancados en mí, me concentré en la taza de porcelana blanca rellena de té caliente que yo estaba sujetando con fuerza entre mis manos, para después sorber un poco de la bebida y cerrar los ojos por un instante, cosa que debió de parecerle a Heizou una vía libre para hablar, puesto que comenzó una charla que yo no tenía intenciones de continuar.

― Esa forma de matar― El detective hizo alusión al degollamiento― te recuerda a alguien, ¿verdad?

A pesar de su pregunta, no despegué mi mirada del té y mantuve mis labios fuertemente cerrados. Después, me limité a largar un suspiro. Me acomodé en el sillón y guardé un largo silencio que Shikanoin respetó, hasta que, al final, me digné a hablar.

― No es algo que sea de tu incumbencia, novato de pacotilla― Espeté.

El masculino guardó silencio, con su mirada aceitunada aún taladrándome. No tuve más remedio que devolverle la mirada con un bufido.

― Eres mi superior, así que sí que es de mi incumbencia.

― Precisamente porque soy tu superior no es de tu incumbencia― Le rebatí frunciendo el ceño.

El chico torció el gesto y se acabó lo que restaba en su taza de té de dos largos sorbos. Después, se secó las comisuras de los labios con el dorso de la mano y se levantó del sillón, apartando al fin su mirada hipnótica de mí.

― Muy bien, como quieras. No tienes nada que ver con esos asesinatos, entiendo― Dijo con tono sarcástico. Claramente sabía algo de mí―. Venga, vamos a preparar la cena, así cuando Yoshio se despierte tendrá algo que comer― Decretó el chico y echó a andar hacia la cocina sin esperar respuesta alguna por mi parte.

Little secret [+18] [Fem! Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora