Little secret [+18] [Fem! Reader]

Capítulo 14

"Se separaron. Él tomó el camino de la izquierda. Ella, el de la derecha. Pero olvidaron algo: el mundo, es redondo."

Cuando me desperté me sentí mareada. Me di cuenta en seguida de que estaba tumbada en mi cama y de que Heizou ya estaba despierto, sentado en la cama a un lado mío, acariciando efímeramente las estrías de embarazo que pintaban mi vientre desnudo, con un aire distraído adornando su mirada.

― Heizou...― Maullé removiéndome en la cama para acercarme más a él.

― Buenos días, TN― Susurró él envolviendo su brazo más cercano a mí al rededor de mis hombros, para después agacharse y besarme en los labios con suavidad―, ¿qué tal has dormido hoy?

― Bien... Solo que siento que un elefante me ha pisado todo el cuerpo mientras dormía― Respondí sentándome también en la cama. Los dos estábamos desnudos, pero ya no había lascivia flotando en el ambiente. Solo inundaban la calma, la tranquilidad.

Posé mi vista sobre el chico de cabellos burdeos, quien ya me estaba mirando de antes y me acerqué a él para tomar sus mejillas con mis manos y besarle lentamente.

― Te quiero― Susurró él entonces y devolvió sus labios sobre los míos.

Me sentía tan llena y tan feliz que me creía capaz de llorar. No me merecía a Heizou, él parecía un ángel caído del cielo: cielo que yo no me merecía.

― Hei... Estoy asustada― Me alejé apenas unos centímetros para murmurar con un poco de temor. Ya me sentía muy abierta con él, y me veía capaz de comentarle mis miedos.

― ¿Qué ocurre?― Preguntó el novato con un tono confidencial, acariciando mi mejilla con cuidado mientras su mirada verde no se separaba de la mía.

― Yo... Ya te he contado, bueno, ya has deducido mi pasado. Por eso sabes... Que hay alguien tras de mí... Tengo miedo― Concluí con un hilo de voz. Hice referencia a las burdas imitaciones de homicidios como los que yo hacía tantos años atrás.

Ciertamente estaba asustada. Tenía miedo de lo que le pudiera pasar a Yoshio, no quería que le pasase nada a la persona que más quería en el mundo. Y si le llegase a pasar cualquier cosa por algo que era mi culpa, jamás me lo perdonaría.

― TN...― Heizou cerró los ojos y los volvió a abrir para mirarme con determinación― Jamás dejaré que te pase nada. Ni a ti ni a Yoshio. Te ayudaré en todo lo que pueda.

Y, tras su sentencia, me abrazó con fuerza. Los dos sentíamos la impotencia inundando nuestros pechos, pero lamentarnos no iba a servirnos de nada.

Por otro lado, supe que el novato quería hacerme olvidar mis miedos, puesto que volvió a recostarme sobre la cama para así besarme con más énfasis, recostandose a mi lado y girandose de medio lado solo para atrapar mis carnosos con los suyos confidencial, ansiosa, cariñosamente.