CAPITULO 8

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Seokjin sabía que, si tenía alguna esperanza de tener una relación con Taehyung, necesitaba decirle al hombre la verdad sobre quién y qué era. Al infierno el alto secreto.

—Mi nombre completo es Kim Seokjin. Cuando tenía dieciocho años, me uní al ejército, serví orgullosamente a mi país, en puntos conflictivos en todo el mundo. Cuando presenté mi renuncia, varios años después, decidí que no había terminado de servir a mi país. Quería usar lo que había aprendido en el ejército y utilizarlo aquí en casa. —Mantuvo el contacto visual con Taehyung, cuando respiró profundamente y confesó, —Soy un agente encubierto del departamento para la lucha contra la droga. Durante los últimos dos años, he estado trabajando en una operación conjunta para detener una operación de tráfico de armas.

Taehyung parpadeó. —Pensaba que eras un motero.

—Lo soy. —Se estremeció ante el ceño de confusión, en el rostro de Taehyung. —La noche que nos conocimos, estaba en una compra de armas. Creemos que Taecyeon es uno de los matones de la organización de Kimura. Están involucrados en todo, desde el tráfico de drogas hasta la trata de personas. Llevamos detrás de ellos hace bastante tiempo, pero nadie parece poder infiltrarse en su organización. Siempre parecen ser capaces de detectar a cualquiera que va encubierto.

—¿Has logrado infiltrarte? —Preguntó Taehyung.

—No exactamente. Mi encubierta es ser el presidente de Dirty Dozen Motorcycle Club. En la superficie, somos una pandilla de moteros fuera de la ley, que hace cualquier cosa que dé dinero. La noche que nos conocimos, se suponía que debía comprar armas a Taecyeon para poder contactar a los Dirty Dozen con la organización.

Taehyung agachó la cabeza, y habló en voz baja. —Supongo que lo arruiné.

—En realidad, no—Lo había hecho, pero no en la forma en que Taehyung pensaba. —Usé la situación como excusa para demandar hablar directamente con el jefe de Taecyeon. Después de emprenderla a tiros con este, no conseguí mi reunión, pero el tiroteo en sí me ayudó a establecer mi club de moteros, como potencialmente peligrosos a los ojos de la organización, —Seokjin sonrió maliciosamente, —y tener mala reputación, es siempre algo bueno en mi línea de trabajo.

Se entristeció al ver a Taehyung intentar asimilar todo. Para alguien que no estaba en su línea de trabajo, era difícil entender todos los pormenores de lo que hacía. Su vida era peligrosa, aún más debido a su trabajo encubierto.

—Ahora, escúchame Taehyung. Esto es muy importante. —Esperó a tener toda la atención de Taehyung, antes de continuar. —Muy pocos saben de mi trabajo encubierto y si ciertas personas lo averiguaran, mi vida estaría en peligro.

No creía que el rostro de Taehyung pudiera volverse más pálido. Estaba equivocado. —No lo diré. Cuando Taecyeon y ese hombre me preguntaron, no dije nada.

—Lo sé, cariño. —Y lo enfurecía cada vez que pensaba en lo que habían hecho, para obtener información de él. Si alguna vez les ponía las manos encima, iban a desear no haber puesto jamás los ojos en Taehyung. —Sólo Oso, mi hermano y su esposo, mi supervisor inmediato, y el Subdirector Haesoo, saben que Kim Seokjin no es un malvado motero transgresor de la ley. Ah, y uno de los ayudantes del Comisario aquí en Windy Spring. Trabajé con él hace unos años, por lo que me conoce.

—¿Tienes un hermano?

Sonrió. —Lo tengo. Su nombre es Rowoon. Solía dirigir el club conmigo, pero no tenía el corazón para ello. Abandonó y compró un bar aquí, en Windy Spring llamado The Rusty Nail. Lo dirige con su marido, Changgu.

Era algo había estado esperando, por lo que no se sorprendió cuando Taehyung preguntó, —¿Cómo llegué a Windy Spring?

—Yo te traje aquí.

WINDY SPRING VIIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora