CAPITULO 12

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Seokjin sonrió, cuando observó a Taehyung tirar de sus nuevos jeans con cuidado por su trasero. Nunca quiso lastimarlo, pero había algo gratificante al saber que había jodido al hombre tan bien, que probablemente caminaría raro por un tiempo.

—No quiero que te preocupes por lo del condón, Taehyung. Te hicieron la prueba en el hospital y yo me hago la prueba regularmente, debido a mi trabajo. Podemos continuar así, mientras sigamos juntos.

Taehyung alzó los ojos. —No tengo planes de ir a ninguna parte. ¿Y tú?

—No, cariño, mis días de deambular han terminado.

Taehyung debería estar gritando de alegría. La mirada de cautela en su rostro, le contó a Seokjin cuánto daño había hecho a la autoestima del hombre que lo dejara en Windy Spring y se marchara sin él. Necesitaba arreglar eso.

—Lo digo en serio, Taehyung. Llamé a mi supervisor y presenté mi dimisión. —El hombre no se emocionó, por decirlo suavemente. —Se acabó, cariño. Esta vez no te librarás de mí.

—Pero... —El ceño en el rostro de Taehyung, era adorable. —¿Qué pasa con Taecyeon? Pensé que tenías que derribar a la organización, para quitarlo de la imagen.

—Técnicamente, eso es cierto, pero he llamado a unos cuantos amigos. Van a ayudarnos a eliminar a Taecyeon y acabar con la organización. —Taehyung se veía confundido. —Escucha, cariño, hay algunas cosas que necesitas saber.

—No me va a gustar, ¿verdad?

—Probablemente no.

Los hombros de Taehyung se desplomaron.

—Creo que hay una fuga en alguna parte.

—No dije una palabra —Taehyung negó con la cabeza. —Lo juro.

—Nunca creí, ni por un momento, que lo hicieras. Eres una de las pocas personas que conozco que no me apuñalaría por la espalda.

Taehyung empezó a sonreír y luego se detuvo, con la cabeza inclinada hacia un lado. —¿Cómo sabes que no te traicionaré?

Sonrió, mientras llevaba a Taehyung a sus brazos. —Lo sé pequeño, porque me amas.

—Lo hago —admitió Taehyung, sin dudar.

—Tal vez, tanto como te amo yo a ti.

Taehyung lo miró fijamente por un momento, antes de bajar los ojos al cuello de su camisa. Lo alisó con su dedo. —¿Me amas? —Susurró.

—Mucho. —Agarró la punta de la barbilla de Taehyung e inclinó su cabeza hacia arriba, hasta que sus ojos se encontraron. —Nunca me imagine que cuando Taecyeon abrió ese maletero me encontraría mirando a mi futuro. Sabía que había algo especial en ti, en el momento en que te vi.

Aquellos grandes ojos color miel, se ensancharon y luego lentamente se aguaron.

—Quiero quedarme contigo, Taehyung.

—Está bien —, dijo el hombre, mientras sorbía y sonreía, y después sorbía de nuevo. —Me gustaría eso.

—¿Sí? —Se inclinó y unió sus labios con los de él. No importaba si era un beso apasionado o un tierno roce de sus labios, simplemente amaba besar a Taehyung. El hombre se fundía en todos y cada uno de los besos, diciéndole que tenía la atención total de Taehyung. No había nada en la Tierra, como ser el único foco de la pasión de Taehyung.

—¿Qué te parece ese apartamento?

Taehyung parpadeó. —Uh, está bien.

—Podemos mirar una casa si quieres. —Se encogió de hombros. —Tal vez conseguir un perro o algo así.

WINDY SPRING VIIIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora