Amor entre las Sombras

El Encuentro con los Vampiros Ancianos

Perspectiva de Isabella

Durante mi segundo mes de búsqueda, me aventuré aún más lejos en el bosque, siguiendo pistas y rumores sobre la maldición que nos atormentaba. Fue en ese momento que descubrí un oscuro rincón del bosque, donde un culto de vampiros ancianos se reunía en secreto.

Este culto estaba formado por vampiros cuyas edades se medían en siglos, y se rumoreaba que poseían un conocimiento profundo sobre las maldiciones que afectaban a nuestra especie. Al acercarme, me sentí abrumada por la mezcla de esperanza y temor que llenó mi ser. Sabía que este encuentro podría ser crucial en mi búsqueda.

Entré en el círculo de los vampiros ancianos y fui recibida con miradas cautelosas. Sin embargo, mi desesperación y determinación debieron de ser evidentes, ya que finalmente accedieron a escucharme.

Les expliqué nuestra situación, la maldición que nos mantenía separados y mi búsqueda de respuestas para romperla. A medida que hablaba, pude ver un destello de reconocimiento en los ojos de algunos de los ancianos.

Uno de los ancianos, con la sabiduría grabada en su rostro, dio un paso adelante. Comenzó a contar una antigua leyenda que hablaba de los orígenes de la maldición que había unido a vampiros y hombres lobo en un vínculo inquebrantable.

Según la leyenda, hace siglos, cuando las especies sobrenaturales aún eran un misterio para los humanos, dos clanes rivales, un clan de vampiros y otro de hombres lobo, habían celebrado un baile anual. Durante el baile, los líderes de ambos clanes, un vampiro y un hombre lobo, habían intentado poner fin al conflicto ancestral que los separaba.

Sin embargo, algo salió terriblemente mal durante el baile. Un hechicero oscuro, celoso de los dones sobrenaturales de los clanes, lanzó un maleficio que en lugar de traer paz, perpetuó el conflicto. Fue este maleficio el que dio origen a la maldición que nos afectaba.

El anciano explicó que la leyenda hablaba de un antiguo ritual que, si se completaba correctamente, podría romper el hechizo. Sin embargo, el precio del ritual era alto y peligroso, ya que requería un sacrificio monumental de amor verdadero.

Mis latidos se aceleraron mientras escuchaba la historia. Comprendí que el anciano se refería a Gabriel y a mí como el sacrificio necesario para romper la maldición. Era una elección aterradora, pero mi determinación y mi amor por Gabriel me impulsaron a seguir adelante.

El culto de vampiros ancianos me ofreció su apoyo en mi misión y su conocimiento para llevar a cabo el antiguo ritual. Sin embargo, también advirtieron que el camino estaría lleno de peligros y pruebas que pondrían a prueba la fuerza de nuestro amor.

El relato de la leyenda que el anciano había compartido se convirtió en un faro de esperanza y temor mientras avanzaba en mi misión para romper la maldición y reunirme con Gabriel. La carga del sacrificio pendía sobre mi corazón, pero sabía que debíamos enfrentar nuestro destino juntos.