Tipo de novio Akatsuki.

La aprendáis de un monstruo.

-Katon Gōryūka no jutsu -las múltiples bolas de fuego salieron de mi boca, directo a mi objetivo.

-Muy lenta -tal como esperaba él las había esquivado todas.

-te mataré. 

-Aún no eres capaz de hacerlo.

-task.

-Pero yo sí -de repente pude ver múltiples kunais que venían en mi dirección.

¿Cómo habíamos llegado hasta aquí? ¿ Cuando comenzamos a odiarnos al punto de querer matarnos? cuanto daría por volver a los días en los que todo era más fácil a su lado, Madara sensei...

FlashBack

- Katon Gōryūka no jutsu -la pequeña de seis años cayó de rodillas al piso, rendida después de un intento fallido más por lograr el jutsu.

- Una vez más -una fría voz ordenó a la niña un nuevo intento.

El cuerpo de la pequeña no podía con tanto, se sentía enormemente agotada y cada vez le costaba más mantenerse de pie, había agotado casi todo su chakra y aun así seguía firme en continuar. Se puso de pie sintiendo como sus piernas temblaban por el cansancio, hizo otra vez los sellos y acumulo su chakra como su sensei le había dicho.

- ¡Katon Gōryūka no jutsu¡ -la pequeña pelinegra libero lo último de su chakra. Múltiple bolas de fuego salieron disparadas con el último esfuerzo de la niña-. ¡Lo logre Madara-sensei, lo logre¡ -Akira gritó emocionada corriendo hasta donde se encontraba el pelinegro.

- Ahora debes perfeccionarlo

- Sí -la pelinegra asintió y volvió a hacer los sellos.

- ka...Katon Gōryūka no ju... -de un momento a otro todo se volvió negro y la niña cayó inconsciente en el piso.

- Ya no te queda más chakra -Madara se acercó a la pequeña y la alzó en sus brazos.

- Será mejor que descanses -la niña se aferró inconscientemente a él y escondió su rostro en su pecho.

- Bien hecho Akira -sabía que ella no lo escuchaba y era por esa misma razón que decía aquellas cosas que su orgullo no le permitiría decir jamás en voz alta mientras alguien lo pudiera escuchara.

La mañana llego y los primeros rayos de sol entraron por la ventana, dando directamente en la cara de la niña pelinegra.

-Mmm- talló sus ojos y se sentó en la cama.

- ¿Madara-sempai? -no hubo respuesta, tal parecía esa mañana de nuevo estaría sola.

Fin FlashBack

- Demonios -había logrado esquivar todos los kunais sin que ninguno me hiriera, pero aun así el agotamiento se estaba volviendo cada vez mayor.

Llevábamos un buen tiempo peleando, y aunque sabía que solo se estaba divirtiendo conmigo no le demostraría debilidad y tampoco me daría por vencida.

- Tus pasos en el baile aún son torpes.

- Mi maestro era un idiota -él frunció el ceño disgustado, ofenderle a él o a sus habilidades era jugar con fuego, literalmente.

- ¡Mocosa insolente¡

- También se lo aprendí a mi sense -lo vi emplear una nueva serie de sellos y rápidamente me di cuenta de cuál sería su próximo ataque.

- Veamos si eres capaz de parar esto.

Logre hacer los mismos sellos justo antes de que él lanzara el ataque.