Tipo de novio Akatsuki.

¿A quién amas más?

Un silencio profundo inundaba toda la habitación, la tenue luz de una lámpara era lo único que iluminaba unas pálidas manos, que se movían con precisión y gran agilidad tomando piezas y ensamblando cada una en su lugar con mucha delicadeza.

—Ah— un largo suspiro salió de los labios de una chica pelinegra que miraba atentamente como su "novio" trabajaba en una nueva marioneta.

—"Ver trabajar a Sasori es fascinante, me gusta su capacidad de convertir algo tan sencillo como la madera, en algo tan bello a la vez que mortal como lo son sus marionetas"—pensaba Akira mirando al pelirrojo trabajar—. "No cabe duda que es fascinante, sin embargo..."—levantó la vista para verlo, pero él no tenía expresión alguna en su rostro—. "Me gustaría que fuera más..."— decía acercándose lentamente.

—¿Sasori? —lo llamó en un susurro, y el aludido volteó a verla—."Si tan solo..." —como cautela, acorto un poco más la distancia. Mantenía la mirada clavada en sus labios, pero por un momento se atrevió a levantar la vista para mirar aquellos ojos grises tan inexpresivos.

—"Tan solo quisiera que"— estando a centímetros de sus labios la pelinegra susurro lentamente— te amo —y lo besó, lo hizo con mucho amor, como si quisiera que él entendiera que ella hablaba muy en serio, pero él ni siquiera se movió y tampoco le correspondió—."Me amaras."

Se apartó lentamente, mientras Sasori sólo se giraba para seguir trabajando sin darle importancia.

Ella bajó la mirada y volvió a su lugar resistiendo las ganas de llorar.

—"No sé por qué me siento tan mal, después de todo, esto es normal en él. Desde hace un año que somos novios y en todo este tiempo jamás me ha dicho siquiera un te quiero, tampoco ha correspondido a uno solo de mis besos o abrazos, he incluso, la que se declaró ¡fui yo! —Akira no dejaba de pensar en esto mientras miraba las piezas aún sin ensamblar—. "Yo estoy segura de que lo amo, pero él..."— dirigió su mirada a Sasori que en ese momento estaba administrando el veneno a cada componente de la nueva marioneta.

Akira tomo entre sus manos la pieza más cercana que tenía y la comenzó a inspeccionar.

—"A veces me pregunto a quién amará más, ¿a sus marionetas o a mí? Y se torna duro reconocer que siempre la respuesta es la misma... a ellas. Entonces me pregunto ¿siquiera siente algo por mí? No lo sé, pero cuanto me gustaría que pudiera responder con un sí, sin titubeemos o dudas de por medio" —sonrió ante ese último pensamiento.

Y mientras pasaba su mano por aquella pieza, Sasori iba activando los sensores y trampillas a una velocidad vertiginosa, sin tomar en cuenta la poca atención que su compañera estaba prestando en ese momento. Unas afiladas agujas salieron disparas sin aviso, Akira logro esquivarlas por reflejo, pero un agudo dolor en su mano la hizo comprender que una de las agujas la había alcanzado.

—Diablos— exclamó al ver el corte en su dedo índice, era apenas un rasguño, pero tomando en cuanta el propósito de las armas, el filo era impecable, lo suficiente como para que la sangre comenzara a brotar en apenas unas gotas. Negándose a causar otro desastre se dispuso a detener el sangrado.

Estaba tan absorta buscando algo que le pudiera servir, que se percató tarde del pequeño tirón por el brazo que la impuso hacía el frente, se giró rápidamente para encontrarse con Sasori mirando atentamente la herida.

—Sa...— trato de decir su nombre pero sorpresiva acción le había robado las palabras. Él sólo siguió observando como la sangre formaba un delgado hilo carmesí. El pelirrojo jaló un poco más la mano de Akira, cuando la tuvo cerca abrió sus labios e introdujo el dedo en su boca.