02 | ES UNA PROMESA.

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02 | ES UNA PROMESA.

02 |  ES UNA PROMESA

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8 MARZO, 2023

BUENOS AIRES, ARGENTINA

TIRO FEDERAL ARGENTINO





El balín salió disparado a la diana, emitiendo un sonido seco que terminó en un 10.5.

Rafael siempre sabía donde encontrar a Celeste. Sin importar la hora o el día, su hija encontraba la forma de estar en un Centro de Tiro, ya sea en Argentina o en cualquier parte del mundo. A veces se reprochaba severamente el hecho de haberla introducido al deporte, puesto que para Celeste este se volvió como una extensión del cuerpo.

Se acercó con pasos decididos pero a la vez tímidos, y la intención de no interrumpir la labor dedicada de la muchacha. Se escuchó nuevamente el disparo, esta vez marcando un 10.7. Rafael sonrió y carraspeó la garganta para llamar su atención.

—¡Pa! ¿Cómo estás? ¿Qué hacés acá? —preguntó Celeste descansando el Rifle en una plataforma, y retirándose los guantes. Su rostro detonaba confusión por verlo allí, pero aún así mantuvo una gran sonrisa en su rostro.

La relación que ellos tenían de padre e hija era realmente especial. Su madre, Marina, solía decir que su vínculo inquebrantable pasaba principalmente por su pasión ante todo. Y cualquiera que los conocía no podía negar ese hecho; Celeste se destacaba por ser absurdamente positiva y dedicada a llevar su rendimiento al mejor nivel. Aunque este amor al Tiro nunca hubiera nacido sin que Rafael la haya incitado a probar el arma. Desde los diez años supo que era lo que la hacía feliz, pese a todo.

—Venía a ver cómo estabas —respondió su progenitor, con las manos en los bolsillos para ocultar su sudor.

—Estoy bien, practicando un poco —dijo la fémina, desabrochándose el saco del traje especial con los colores de la Argentina, debido al calor que su cuerpo estaba exudando—. Me fue bastante bien, pero me falta para llegar al resultado que quiero —alzó los hombros, apoyándose en la pequeña mesa en frente suyo.

—Estoy seguro que en unos días vas a poder hacerlo —Rafael guiñó su ojo, y acarició suavemente el brazo izquierdo de Celeste, la cual le sonrió agradecida por sus palabras de aliento. El hombre tragó duramente y su semblante pasó a ser más rígido, por lo que la tiradora deportiva frunció el ceño y lo incitó a hablar—. Venía a proponerte algo...

—Si es retarme para ver quién le saca más 10.9, paso —bromeó la castaña haciendo referencia a un día donde su padre le ofreció aquello y, consecuentemente, termino perdiendo porque él había hecho trampa. Rafael largó una carcajada y negó con la cabeza.

LEGENDARIOS | LECLERCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora