Donde Celeste participa en los Juegos Olímpicos de Rio 2016 y queda flechada con un chico desconocido.
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Donde Celeste asiste como invitada de Ferrari al Gran Premio de Bahrein 2023, y se da cuenta que ese chico es un piloto llamado Charles Leclerc.
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18 MARZO, 2023
BUENOS AIRES, ARGENTINA
TIRO FEDERAL ARGENTINO
La vida de Celeste estuvo marcada por sacrificios hasta alcanzar el sueño olímpico.
Desde que era pequeña sus padres la criaron con la idea de que algún deporte necesitaba hacer, ya que este implicaba salud, orden y limpieza para la cabeza. Intentó una gran mayoría como natación, vóley, hándbol; pero desde que cruzó las puertas del Centro de tiro en La Rioja, su ciudad natal, todo cambió. Aquella adrenalina y simpleza de tirar un balín chiquito hacia una diana se convirtió en una labor del día a día, cada vez más dedicada. Nada ni nadie parecía capaz de poder sacarle el rifle de las manos o convencerla de hacer otra cosa. El tiro era lo único que quemaba sus horas.
Celeste siempre pensaba que estaba destinada a ser tiradora. Su padre era fanático de las armas y el deporte en general, así que no era extraño ver una pistola o escopeta rondar en su casa. De hecho, fue él quien la llevó al Polígono por primera vez y le explico que debía concentrarse, respirar pausadamente y nunca apartar la vista del blanco. Antes solía pensar que la razón principal por la cual se dedicaba a tirar era porque amaba ver la cara de felicidad en su padre cada vez que competía. Aunque los años pasaron y las medallas fueron llegando, junto con la posibilidad de jugar sus primeros Juegos Olímpicos representando al seleccionado argentino. El momento clave fue cuando, despues de los Juegos Olímpicos de Tokio 2021 y sus millones de problemas, se dio cuenta de que realmente amaba lo que hacía.
Lo cierto era que el tiro deportivo no se trataba de una disciplina tan reconocida como otras. Constantemente se veía prejuzgado por la utilización de las armas de manera tan libre y de cómo podía ser considerado olímpico un deporte tan riesgoso. Celeste sabia que ese pensamiento nacía y se desarrollaba tan volátilmente porque muy pocas personas lo entendían, ya que mantenían arraigada una concepción costumbrista sobre el tiro que no se acercaba ni un poco a lo que realmente era. Toda su aura amateur y la dificultad de conseguir sponsors nunca la desanimó, al contrario, la alentaba a seguir intentando visibilizar aquello que tan plena la hacia sentir.
Perderse festividades por estar compitiendo en el exterior, estar lejos de su familia y su país natal, dedicar absolutamente todas sus horas a mejorar cada vez más sus resultados, sea día, noche, haga calor, frio o esté cansada o feliz. Aquellos eran algunos sacrificios que debía realizar para intentar ser la mejor en su deporte, y aunque eso estaba lejos de ser posible, nunca desperdiciaba una oportunidad para sacar el mayor rendimiento de si misma. Por esto mismo, era común encontrarla, sea lunes o domingo, dentro del polígono hasta altas horas de la noche tratando de concretar un objetivo, el cual se proponía concluir exitosamente.
