Donde Celeste participa en los Juegos Olímpicos de Rio 2016 y queda flechada con un chico desconocido.
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Donde Celeste asiste como invitada de Ferrari al Gran Premio de Bahrein 2023, y se da cuenta que ese chico es un piloto llamado Charles Leclerc.
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12 MARZO, 2023 MONTECARLO, MÓNACO
Charles estacionó ágilmente su Ferrari Daytona Sp3, que relució sus rayas blancas y rojas bajo el sol dorado del principado de Mónaco.
Sus dedos repiquetearon en el volante con ansiedad, preguntándose una y otra vez si habia tomado la decisión correcta. Por la mañana habló con Celeste para cerciorarse de que todavía no se arrepentía y ella le propuso salir a la tarde, cosa que el piloto agradeció ya que debía realizar una pequeña reunión por videollamada con el equipo para planear algunos detalles de la próxima carrera. Fue simplemente porque era necesario, pero no prestó la debida atención porque las dudas carcomieron su cabeza a cada instante, intentando comprender por qué la chica decidió aceptar su propuesta.
Las cosas pasaron demasiado rápido como para que pudiera procesarlo con calma. Se sentía a años luz ese primer encuentro en Brasil, donde quedó flechado por esos ojos marrones y la sonrisa encandilante de la tiradora. Recordaba vagamente haber asistido gracias a la extraña emoción de Andrea, quién no paraba de repetir que experimentar un Juego Olímpico enriquecería su formación como deportista. Finalmente entendía que esa insistencia se debía a que Rafael siempre deseo que Celeste y el se conocieran, y la mejor manera de hacerlo era a trabes de su entrenador. Charles últimamente pensaba que no era el mismo desde ese momento y agradecía haberse animado a ir a Río de Janeiro.
Ahora todo habia cambiado. Era piloto de Ferrari, la marca mas emblemática y ganadora del mundo, no aquel muchacho ingenuo, indócil e inocente dentro de las paredes de ese polígono. La vida lo abofeteó con la muerte de su padre, dejándolo indefenso y preocupado por su futuro. Tener un asiento de Formula Uno era su mayor bendición, su aspiración máxima, aunque implicaba una presión asfixiante y todavía no se sentía merecedor. Tenía talento, eso era indudable porque reconocía en sí mismo la ferocidad de sus vueltas rápidas y el hambre por la victora. Sin embargo, durante la temporada de 2022, muchas obstáculos se encargaron de alejarlo de un posible campeonato y lo dejaron con un amargo segundo lugar. Ese resultado a veces lo hacía cuestionarse si podría ser campeón del mundo.
Su vida personal también solía ser una intriga constante. El único sostén en el que confiaba era su familia, a quienes recurría con la certeza de que nunca lo juzgarían. Andrea entraba en ese escalón, ya que pasaba una cantidad de tiempo abrumadora con él que les permitió forjar un vínculo inquebrantable gracias a su paciencia y apoyo. La inestabilidad constante era las relaciones amorosas: dos novias, dos corazones rotos. Parecía incapaz de cuidarlas, cometiendo errores estúpidos que terminaban en rupturas dolorosas. No sabía si estaba listo para comprometerse a otra chica de nuevo. A pesar de que las quería, y mucho, solamente servía para dañarlas. Eso determinó su postura en relación al amor.
