01 | CABSHA

236 25 4
                                    




01 | CABSHA

5 MARZO, 2023

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

5 MARZO, 2023

SAKHIR, BAHRAIN

CIRCUITO INTERNACIONAL DE BAHRAIN






El pit-lane estaba bastante poblado a pesar de que faltaba solo una hora para que comience la carrera. Celeste caminó por los garajes de los equipos, donde habían algunos mecánicos trabajando, junto a miembros de distintas índoles. Su padre, Rafael, le habia dicho que finalmente consiguió entradas para ver despues de mucho tiempo uno de sus deportes favoritos, y por consecuencia, la quería allí con él.

Ella mentiría si dijera que estaba irritada por acompañarlo, ya que apenas entró se sintió hechizada por todo el ambiente tan raro para su persona. Claro que conocía bastante sobre Fórmula Uno, pero asistir y vivir en carne propia lo que muchas veces oyó, era muy diferente. Aun asi, Rafael se mantuvo absurdamente reservado el nombre de la escudería a la que asistirían como invitados. Aunque tenia una pequeña idea de cual sería; digamos que su vestimenta en tonos rojizos lo delataba.

Por eso mismo no se sorprendió cuando llegaron al box de Ferrari, donde los recibió un monoplaza con el número dieciséis en la nariz, sin las gomas y con algunos mecánicos alrededor. Le causo ternura la reacción de su progenitor: apenas se acerco al auto chilló como un niño, llevándose las manos a las mejillas sin poder creer lo que sus ojos veían. Celeste intentó contener su risa mordiéndose la lengua, pero finalmente la dejó salir.

—¡Es un auto de Fórmula Uno, Celes! —señaló a su costado y sus ojos brillaron mientras lo analizaba pacientemente y con mucho cuidado de no molestar o tocar algo que no debía. Su hija lo miro incrédula, pero entretenida por la imagen emocionada de él. Hasta derramó unas pequeñas lagrimas—. Es una belleza, no tengo palabras para describirlo.

—Manejarlo es aun más hermoso, créeme.

Celeste se quedó quieta al oír una voz con el acento francés tan marcado y característico, que rápidamente removió recuerdos pasados que ni siquiera pensó que podrían revivir. De repente experimentó una sequedad en la garganta, su respiración se volvió pausada, sus manos temblaban y la piel le quemaba. Cuando se armo de coraje y levantó la cabeza, se encontró con esa sonrisa con hoyuelos y los ojos verdes brillantes observándola. Pese a los años, seguía manteniendo ciertos rasgos faciales; pero su mandíbula marcada y el cabello castaño ligeramente despeinado, francamente, la desestabilizaron un poco.

—¡Charles! ¡Qué placer conocerte al fin! —Rafael cambió impecablemente el idioma al ingles, yendo hacia donde estaba el joven, vestido con los colores rojos y el escudo del Cavallino Rampante en un lado. Extendió su mano derecha, y el nombrado la acepto amistosamente.

LEGENDARIOS | LECLERCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora