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—¿A qué has venido esta vez pequeño felino? —ella preguntó.
  
El omega Felix bajó el mentón con la mirada fija en el musgo verdoso pegado a las raíces del árbol frente a él. Conocía a una hechicera del norte, una mujer que tal vez en algún momento fue muy bonita pero ahora lucía demacrada, no tan vieja pero muy mal arreglada, siempre sucia, llena de musgo, telarañas y manchas de humedad en la ropa, ella decía llamarse Miyeon, y desde que Felix la conoce, ella nunca le ha negado ninguna petición, aceptando pagos sencillos como comida o mantas limpias.

La conoció por azar un día que regresaba de recolectar hongos, resbaló por una barranca y se golpeo la cabeza desmayándose por horas, cuando despertó era de noche y se hallaba recostado junto a una fogata, la mujer Miyeon preparaba una sopa extraña que olía delicioso, ella alimentó a un omega demasiado confiado, ella contó muchas historias que hicieron a Felix sentirse cómodo hasta que comenzaron a compartir anécdotas, ella le dijo desde el principio que era una hechicera, y Felix no se lo dijo a nadie porque sabía que podrían herirla.

Recurrió a ella cuando supo que estaba enamorado de Minho y ella le dio una esencia que intensificaba sus feromonas, se colocaba una gota en el cuello cuando estaba cerca de Minho y así fue como este siempre lo notaba entre todos los demás, ella siempre había tenido una solución cuando Felix necesitaba algo. La ultima petición que le había hecho fue un remedio para que la señora Irene sintiera desagrado hacía Jisung, Miyeon le ofreció veneno, pero Felix se negó, entonces ella le dio un amuleto con un hechizo que causaba rechazo, el rechazo de Irene a Jisung, pero no funcionó por mucho.

—Quiero algo para quitar a Han Jisung del camino, —Felix dijo sin mirarla, de espaldas a ella continuó, —el veneno que me ofreciste antes, ¿Cuánto demora?

La risa inédita de la hechicera se escuchó por insólitos segundos, —dime antes una cosa, pequeño felino, —ella caminó hasta él le tomó del brazo provocando que el omega la mirara, —¿Qué paso con el amuleto?

Felix se encogió de hombros, —no lo sé, estaba funcionando, escuché que mi señora tuvo una riña con el omega ese, pero al siguiente día ella lo trataba bien, ¿hay alguna forma de que perdiera efecto?

Miyeon asintió tomando entre sus manos la palma de Felix, —por supuesto, era un amuleto sencillo, con la intervención de otro hechicero el amuleto no es más que una baratija sin poder.

Felix parpadeo, —eso quiere decir que ese omega es hechicero-

—No tan rápido, felino, —Miyeon interrumpió, —puede ser alguien más de su entorno, me contaste que llegó toda una caravana de las tierras céntricas.

Felix suspiró, —ya no importa, ahora necesito que ese omega se aparte de Minho, no importa como.

Miyeon sonrió, la suciedad de su rostro hacia que su sonrisa fuera siniestra, pero eso no asustaba a Felix, en realidad nunca se había sentido incomodo o indispuesto para estar con Miyeon, ni siquiera cuando ella se acercaba a tocarlo.

—¿Estás seguro de que tienes la agallas para asesinar? ¿matarías por ese alfa, pequeño felino?

El omega rubio tragó saliva con un sentimiento de culpa y una sensación agría en la boca, pero con decisión en la mirada dijo: —sí.

La omega hechicera asintió a su respuesta y se apartó caminando dentro de su guarida, una cueva que no se veía a simple vista, ella demoró algunos segundos en volver pero lo hizo con un frasco de cristal purpura, quitó el corcho de la boquilla del frasco y lo olfateo, —pondrás tres gotas en su bebida, tres en su cabello, tres en la ropa, no importa el orden solo segurate de que sean tres. —colocó el corcho de vuelta en la boquilla, Felix tomó el frasco con ambas manos y asintió mirándolo, Miyeon se acercó a él y le acaricio el cabello rubio con afecto, —lo que mi felino necesite, sabes que aquí estaré, no vuelvas pronto, puede ser sospechoso y más si hay algún hechicero entre la gente de Daegu.

❥ Inefable: Quédate Conmigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora