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Algunos están arrepentidos de su decisión, otros tratan de pensar positivamente y unos más están muy asustados, pero el omega Felix solo está enojado, los entrenamientos en Daegu no tienen comparación con los de Busan. 

Los hermanos Bang explicaron la nueva forma de entrenamiento, desde el principio sonaba complicado, y lo fue aún más cuando comenzaron a entrenar, han pasado un total de cuatro días desde que llegaron a Daegu y tanto alfas como omegas están flaqueando, perdiendo las ganas de seguir adelante, parecía antinatural que los obliguen a entrenar de esta forma tan… salvaje y primitiva, pero los militares de Daegu son prueba viviente de lo eficientes que son los entrenamientos.

—Solo necesitan dejar de quejarse y seguir entrenando, se acostumbrarán en una semana, —es lo que un guerrero de alto rango llamado Jaeseok repetía cuando omegas se quejaban del cansancio.

—Me parece una tortura, es horrible como nos tratan, —se quejaba Chaeryeong, la chica que marchaba detrás de Felix en la caravana, se encontraron en la cena también y después en la formación oficial, así que inevitablemente comenzaron a conversar.—Ese tipo podrá ser muy atractivo, pero la manera en la que nos habla es muy tosca.

Felix apretó los labios haciendo el esfuerzo por seguir arrastrándose con brazos y piernas estiradas, el entrenamiento de hoy día es escapar, esconderse, recuperar fuerzas y atacar, cada día tiene una temática diferente, Felix miró a Chaeryeong y se sorprendió al ver que ella no estaba agonizando como él.

—Te quejas mucho y no veo que lo pases mal. —El omega rubio dijo.

La omega Chae sonrió, —este tipo de pruebas no me molesta, soy de la manada Yang, aunque somos artesanos tenemos brazos y piernas fuertes, por las máquinas que manejamos, —ella sonrió cuando por fin llegaron al siguiente punto del entrenamiento, —lo que me molesta es cómo nos tratan, como si fuéramos igual a los-

—Alfas, —Felix dijo elevando la voz, algo de entendimiento llegó a su mente y una emoción extraña lo hizo sentir motivado, —nos están tratando como si fuéramos iguales a ellos.

La omega lo miró con confusión, pero después de pensarlo un poco levantó las cejas con admiración, —es cierto, es la primera vez que un alfa ajeno a mi manada me trata como si fuera su igual, no me habla como si fuera frágil y tonta.

—Como si no pudieras hacer algo sin que te lo expliquen muchas veces, —Felix continuó, llegaron a la parte del entrenamiento donde debía recuperar fuerzas, por lo que tenían que entrar al bosque para buscar agua para beber y algo que se pudiera comer. Con sus armas y protecciones bien ajustadas, los dos entraron juntos al bosque, corrieron por un tiempo, ya que el alfa instructor dijo que deben alejarse del peligro lo más que puedan y luego descansar. Caminaron un poco más y después comenzaron a seguir los indicios para encontrar agua, cuando por fin hallaron la corriente del río se sentaron en la orilla llenando sus cuencos de madera que les dieron desde el primer día.

—Es extraño, —Chaeryeon habló primero después de beber un buen trago de agua, —estaba molesta por cómo nos tratan, pero ahora se siente satisfactorio.

Felix asintió, lavando sus manos, —te entiendo, toda mi vida he sido un omega sirviente, siempre he hecho cosas como lavar, doblar ropa, servir, preparar comida, nunca me dieron la oportunidad de hacer algo diferentes y… —tocó su mentón con sus dedos, una expresión pensativa en su rostro, —creo que yo tampoco tuve la intención de hacer algo diferente, pensaba que por ser omega no podía o debería hacer algo diferente.

La omega Chae asentía, —estábamos tan convencidos de que no podíamos hacer más que ahora que tenemos que hacerlo nos parece… ofensivo.

El omega Felix sonrió, así que a esto se refería Minho con ser más reconocido. Cuando su alfa se lo preguntó, estaba molesto porque creyó que Minho lo comparaba con Bang Jisung, pero ahora que podía vivirlo, entiende cómo se siente tener voz y voto en cosas que antes no.

❥ Inefable: Quédate Conmigo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora