~ANOTHER PLACE~

~8~

Jeongin llegó con los chicos con una expresión de miedo y desagrado, los chicos lo miraron con un cara de duda por el cuerpo que el menor cargaba.

-Innie ¿De dónde sacaste ese cuerpo? -preguntó Hyunjin con una expresión de desagrado y hambre al mismo tiempo.

-Lo encontré en la sala donde Jyp trabajaba, meeh de seguro es un empleado, pero eso no importa coman esta fresco. -soltó despreocupado y empezó a cortar el cuerpo como si de un rico bistec fuese.

-Oye innie ¿Porque no agarraste el cuerpo de Felix? Hubiera alcanzado más– Juzgó Hyunjin con una mirada de disgusto hacia la carne.

-No lo encontré, El monstruo deseguro se lo llevo– Contestó despreocupado el menor del grupo.

Los chicos empezaron a devorar el cuerpo sin importar si se marchaban de sangre u órganos.

Estaban perdiendo la cabeza.

Los chicos ya no eran los mismos, sus pensamientos cambiaron, su apetito también y ni hablar de su union que era algo que stay amaba.

-Oigan, quiero comer de nuevo. –Demandó el mayor de ellos con una expresión inhumana.–

Todos perdieron la cabeza, pero la verdadera pregunta es ¿Quién causó todo esto?

Paso 1 semana entera y los chicos perdieron cualquier rastro humano, peleaban día a día y comían como bestias.

Pero con Chan pasaba algo diferente, comía también pero a diferencia de ellos, el todavía tenía humanidad.

El tenía el presentimiento de que Felix seguía vivo, es muy miedoso si, pero no es estúpido.

–Oigan, estamos comiendo mucho, ya ni parecemos humanos. Debemos de buscar una salida, recuerden que tienen familia y gente q los espera.–Habló el mayor de ellos con seriedad.

–Yo ni tengo papá. –Jeongin soltó carcajadas maniaticas mientras golpeaba a Huth, su peluche de ojitos rojos –

–Es de verdad Jeongin, esa cosa viene por nosotros.–finalizó la conversación con la misma actitud de antes.

Los chicos salieron del estudio y caminaban con tranquilidad por los pasillos, olía horrible.

Minho camino por la cocina y fue por donde salía ese maldito olor.

Abrió el horno y el cuerpo de Felix salió del lugar incinerado con quemaduras muy feas y los ojos saltados. Ahora fue diferente, los chicos celebraron al encontrarse con comida para aliviar su hambre.