Capítulo 9

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Luego de una pelea interna contra él, llamo a Rubén, al principio el castaño no se creía que lo llamara para invitarlo a comer, más que todo porque casi nunca tenían ese tipo de interacciones, pero al final terminó aceptando. Llegó a la oficina casi treinta minutos después, Sam justo estaba terminando de hablar con Frank de las siguientes fotos para la campaña, por lo que tuvo que esperar hasta que terminara

-¡Pequeñín!-Tommy al escuchar la voz de Mónica la comenzó a buscar como loco-Oh mira no más que cosita más mona

El niño sonrió antes de lanzarse a los brazos de la pelinegra, la capucha con orejitas de oso se le cayó siendo acomodada por Rubén que veía la escena con una sonrisa

-Es el osito más bello que he visto-la pelinegra beso sus regordetas mejillas-Mamá y papá te van a amar

-¿Que?

-Oh, nada, nada

Mónica le pasó al pequeño ganándose un puchero de él, si Sam se enteraba que metía la pata de esa manera la iba a matar

-¿Qué tal todo Rub?

-Con mucho trabajo, pero bien, ¿tu hermano se va a demorar?

Justo en ese momento la puerta de la oficina se abrió dejando salir a un chico riendo, Sam negaba con la cabeza sonriente de seguro por algo que había dicho

-A ver si dejas de ser un tontito y ya nos muestras al oficial

-Antes muerto que amarrado Sam-le guiño el ojo a su amigo antes de cruzar mirada con Rubén- Por chicos como él es que no me amarró

Rubén río al ver el intento de coqueteo del castaño antes de que se fuera, Tommy pego un gritito al ver a Sam tirándose a sus brazos, el pelinegro lo acepto gustoso besando la mejilla del pequeño al tenerlo en brazos

-¿Quién te puso esa ropa?

-La compre para él ese día, me pareció tierna-Rubén se encogió de hombros

-Me gusta, es un pequeño osito

-Un osito bello-Mónica aprovecho en hacerle cosquillas al pequeño en brazos de Sam- ¿Vas a almorzar?

-Sí, dile a los chicos que regreso en una hora o dos

-Tranquilo, Guillermo no va a reclamarte nada por mucho tiempo

La pelinegra sonrió burlona ganándose una mala mirada de su hermano el cual siguió su camino con Tommy, Rubén se despidió de la chica antes de seguirlo. No fue difícil notar que todas las personas centraban su mirada en el chico con el bebé, murmurando cosas entre sí

-Todos te miran

-Lo sé, seguro están especulando que es mi hijo, la verdad es que no me importa lo que digan de mí ¿o no Tommy? -el pequeño le respondió con una sonrisa

-Eso es lo que odio de las oficinas, las personas creen que tienen derecho a juzgarte solo porque trabajas con ellos

-Es gente tontita que no tiene otra cosa más que hablar de los demás-Tommy paso una mano por la mejilla de Sam- ¿Que pasa pequeño?

Rubén entendió al instante sacando la sonaja del maletín que llevaba y dándosela, el bebé la agitó feliz mostrándosela a Sam

-Cuando te toca significa que quiere su sonaja, cuando hace soniditos quiere el oso

-¿Cómo lo sabes?

-Créeme, un día solo con él fue suficiente para saberlo, tal vez lo hubieras descubierto si no estuvieras tan pendiente del trabajo

-Lo siento si no tengo tanto tiempo libre como tú

-¿Tiempo libre? Estoy hasta el cuello de trabajo ya que un bobo decidió cambiar la fecha de entrega del trabajo, odio al idiota de mi jefe

-¡Esa boca! ¿Que dijimos de las malas palabras frente a Tommy?

-¡Tú también las has dicho frente a él!

-¡Pero menos que tú!

-¡Da igual! ¡También lo has hecho así que no me regañes!

-Mmm, ¿Sam?

El pelinegro dejo de ver al castaño para centrar su vista en Fargan, que ahora lo miraba entre curioso y divertido

-¿Que pasa Fargan?

-Solo te quería venir a decir que ya mandamos el trabajo al diseñador-pudo escuchar el suspiro de Rubén-Dice que lo tiene listo en dos días

-Si tiene tiempo-los dos chicos miraron al castaño- Digo, tal vez no todos tienen tanto tiempo libre como yo ¿no Sam?

-Cállate tontito

-Hey Tommy, ¿cómo estás pequeño?

El bebé se pegó a Sam alejándose del chico, cuando se vio acorralado estiró sus bracitos a Rubén, pidiendo auxilio, el cual el castaño le dio

-Lo siento, es algo desconfiado, solo confía en mí, en Rubén y en Mónica

-Tranquilo, tampoco es que fuera muy bueno con los bebés

-Créeme, se nota-Samuel miro mal al castaño-¿Ya podemos irnos? Le toca su leche a Tommy

-Está bien-Sam le sonrió a Fargan- Regreso en dos horas, iré a almorzar

-¿Los dos juntos?

-Tres-Rubén levantó la manita de Tommy haciéndolo reír- ¿Algún problema con que vaya a comer con Sam?

-No, ya sé que no eres su pareja, así que no habría ningún problema

-¿Y si lo fuera qué? Yo que sé él está libre ¿no?

-Claro que lo está, solo que se me hace un poco raro que quiera pasar tiempo contigo

-¿Perdón? ¿Y quién eres tú para decir con quién o no quiere pasar tiempo Sam? - el ceño de Rubius se frunció cambiando su expresión relajada a una más dura

-Bueno-el pelinegro se metió entre los dos chicos que poco a poco se iban acercando- Mejor nos vamos para regresar rápido

Sam noto como ninguno de los dos se quitaban la mirada de encima, no entendía esa lucha que tenían, al final ninguno estaba ni cerca de ser su pretendiente. Al ver que ninguno estaba dispuesto a ceder, Sam tomo la mano de Rubén jalándolo

-Tommy tiene que comer-el castaño suspiro acomodando al bebé en sus brazos

-Tienes razón, vamos

El pelinegro se sorprendió que al querer quitar su mano Rubén entrelazó sus dedos con la de él llevándolo así hacia la salida. Fue hasta llegar afuera de la empresa que por fin lo soltó

-Mira, sé que ese tipo te gusta, pero no quiero que esté cerca de Tommy

-¿Porque?

-No sé, no me cae bien-suspiro antes de mirar alrededor- Podemos ir en mi coche, ahí está la carriola de Tommy

-Bueno

Sam se encogió de hombros siguiendo al castaño hasta su coche, le entrego al bebé para conducir a lo que Sam se acomodó con él en el asiento del copiloto, en realidad, si cualquier persona lo viera de fuera diría que son una linda familia

-¿A dónde vamos?

-Elige tú, solo que sea un sitio donde hablar y apto para el pequeño

-¿No quieres ponerlo en la silla de bebé?-Sam negó jugando con Tommy sobre sus piernas- ¿Quién eres y qué hiciste con el Sam que no soportaba?

-Solo conduce tontito, creo que los dos tenemos cosas que hacer

Rubén asintió antes de prender el coche y conducir, Sam solo se concentraba en la risita del pequeño y como movía su sonaja llamando su atención, le había hecho falta eso en la mañana, su oficina se sentía silenciosa y aburrida. Y en ese momento Samuel no se dio cuenta que era porque estaba comenzando a querer a ese pequeño

||Este no es nuestro bebé|| 👼🏻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora