Capítulo 38

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-¿Asi que esto no es ni la mitad de todo el terreno?- la hermana de Rubén parecía sorprendida por lo que su madre le contaba mientras caminaban por el gran salón de la casa

-Emma, basta

-No, tenemos un viñedo aquí cerca, mi esposo se hace cargo ahora que está jubilado, pero antes teníamos a alguien que se encargaba

-¿Y hay caballos?- Sam apretó el brazo de Rubén para que se calmara

-Sí, y un gran lugar para que puedan cabalgar, además tenemos una gran piscina, un patio con parrilla y juegos para Tommy

-Mamá, te dije que no era necesario que los comprarás

-Mi nieto va a crecer en algún momento y necesitara juegos cuando venga a visitarnos

-Es cierto, aunque desearía que se quedaran de ese tamaño, nuestro litt en algún momento crecerá- Tommy miro curioso a sus dos abuelas

-También mandamos a hacer una habitación exclusiva para él, ya sabes, si algún día piensan dejárnoslo para que lo cuidemos

-Papá...

-Es una gran idea señor de Luque, no sabemos en qué momento vamos a necesitar un momento de pareja para relajarnos- Sam miro con el ceño fruncido a Rubius, per este simplemente le sonrió

-Le diré al ama de llaves que haga que alguien lleve sus maletas, les enseñare sus habitaciones- su madre hizo un ademan con la cabeza invitándolos a caminar- Sam, tu puedes quedarte con la tuya, es grande y tanto tú como Rubén pueden acomodarse bien ahí

-Gracias mamá

Miro a Rubius el cual tomo su mano antes de subir las escaleras siguiendo a sus padres, lo guio a su habitación, en donde, cuando por fin estuvieron a solas, se tiro en la cama rendido

-Paz y tranquilidad

-Veo que no te gusta mucho estar aquí

-¿Bromeas? De pequeño amaba mi habitación, era mi lugar seguro luego de clases y clases extras

-Seguro que fue genial vivir acá

Sam hizo una mueca sentándose en la cama, Rubius se acomodó a su lado, acariciando una de sus manos que descasaba a su lado. Ahora sin Tommy entre ellos se sentía una extraña energía, no era mala, pero si algo atractiva.

-La verdad es que no, tal vez pienses que, si porque teníamos todo lo que queríamos, una sala de cine, de videojuegos, miles de habitaciones...

-¿Tienen una sala de videojuegos?- Sam lo miro de mala manera- Tienes razón, lo siento, prosigue

-Aunque no creas, todo eso no llenaba como nos sentíamos Mónica y yo cada que nos despertábamos sin encontrarnos a nuestros padres

-¿Quién los cuidaba?

-A veces el ama de llaves, otras veces las nanas que mamá contrataba, pero nada de eso cubría la soledad que sentíamos los dos- Rubén lo atrajo hacia él- Sé que parece estúpido, pero a veces prefería miles de veces una casa pequeña, pero tener a mis padres en ella

-No es ninguna estupidez, es entendible, era un niño, querías a tus padres a tu lado, seguro que no fue fácil- Sam suspiro acomodándose en los brazos de Rubius

-No, no lo fue, pero aprendí a vivir con ello- levanto levemente la mirada para centrarla en el chico- Creo que por eso no podía soportar la idea de que Tommy viviera solo, sin nadie que lo quiera o le de cariño, no quería que pasara lo que yo pasé

-Y te lo agradece demasiado, le das una vida excelente

-Los dos, porque el que Tommy este bien cuidado y feliz es gracias a los dos

||Este no es nuestro bebé|| 👼🏻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora