Capítulo 60

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Ocho años después...

Abrió una cerveza antes de lanzarse al sillón y prender la televisión, tenía ganas de ver una de esas películas que deseaba olvidar o una de esas series tan aburridas que te hacían llorar de lo mala que era.

Su departamento actual no era como el anterior, era mucho más pequeño, con pocos vecinos y alejado del anterior. Su contacto con las personas se basaba en sus amigos y con la regla de no mencionar ni a Nieves, ni a Tommy, mucho menos a Samuel.

Había hecho su último trabajo para la empresa del pelinegro un día antes de mudarse, luego de eso le había mandado su carta de renuncia a Luzu, el cual la recibió con pena, pero la acepto. Con ese dinero había alquilado el nuevo departamento, hasta que la oportunidad de ser el encargado del área de diseño y programación en una empresa de videojuegos independientes se apareció en su camino.

Su vida se basaba en trabajar, llegar a casa y sentarse en el sillón a ver algo o jugar videojuegos hasta que tuviera sueña, así todos los días. No había querido regresar a su vida de fiesta y diversión, ya no era lo suyo, al menos así lo sentía.

Un sonido en la puerta hizo que un gruñido saliera de él por interrumpir su momento de descanso. Se puso de pie, caminando hacia la entrada, pero al abrir no vio a nadie hasta sentir un jalón en la parte de su pierna en su pantalón.

-Tenían razón al decirme que eras alto

Rubén miro extrañado al pequeño niño frente a él, tenía cabello castaño, ojos verdes y una linda polera con el dibujo de un osito en patineta. Por un microsegundo su corazón salto al recordar al bebé que tanto quería, lo cual empeoro al ver sonreía al pequeño frente a él.

-¿En...que...que te puedo ayudar?- le dio su mejor sonrisa- ¿Perdiste a tu mamá?

-En realidad, a mis papás- pudo notar la tristeza en el rostro del pequeño- ¿No me recuerdas?

-¿Perdón? No entiendo que...

-¿Tú eres Rubén Doblas?

-Sí, eso dice en mi acta de nacimiento- el castaño soltó una risa nerviosa- ¿Por qué preguntas?

-Me llamo Tommy- el niño hizo una pausa viendo su reacción

-¿Tommy?- un asentimiento efusivo del niño logró que sus ojos se llenaran de lágrimas- ¿Ese Tommy...-el pequeño volvió a asentir- Te juro que si esto es una broma...

-Es cierto, soy Tommy, lo juro, te puedo mostrar mi acta de nacimiento- se sacó su pequeña mochila para rebuscar en ella- También la tengo aquí, dame un segundo

Se centró en hurgar en su mochila en forma de oso que traía cargada haciendo reír a Rubén que se agacho para jalarlo y abrazarlo fuertemente. No podía creer que su osito estaba frente a él, el pequeño bebé que cuido estaba otra vez a su lado.

-Papá Rub, me aplastas

-Lo siento, lo siento, es solo que...no lo puedo creer ¿Cómo me recuerdas? Eras solo un bebé cuando tu madre te alejo de nosotros- Tommy entro al departamento tranquilamente dejando su mochila en el sofá y centrando su mirada en él

-Es una largan y gran historia, te la voy a contar, pero primero tengo que mostrarte esto- saco dos cosas de su mochila, extendiéndolas frente a él- ¿Las recuerdas?

Rubén sonrió al ver el pequeño oso de peluche que nunca podría olvidar porque siempre llevaba junto con la sonaja que le encantaba de pequeño. Noto las letras que le habían marcado Samuel y él en modo de broma cuando comenzaron a encariñarse con el bebé, "TDDL"

-Cuando crecí le pregunte a la abuela que significaba esas letras, ella me conto que eran las iniciales de los apellidos de las personas que me cuidaron cuando era bebé y mi mamá me abandono, que ellos se convirtieron en mis papás, que literalmente hicieron todo por mí, hasta renunciar a tenerme

-¿Cómo...

-La abuela siempre supo que mamá estaba haciendo mal al alejarlos de mí, ella estuvo el día que me separaron de ustedes, escucho mi llanto por no verlos y fue difícil calmarme por días enteros, hasta llegue a estresar a mamá porque no paraba de llorar- Tommy le sonrió- Ella hizo que nunca los olvidara, me hablo de ustedes desde pequeños, aunque a mamá Nieves no le gustará

-¿Por qué hizo eso?- Rubius se sentó en el sofá, mirando al pequeño

-Mamá siempre peleaba con ella, la abuela le reclamaba el porque me alejo de ustedes si no se hacía cargo de mí, pero ella siempre decía lo mismo, que era su hijo y por eso tenía que estar con ella quiera o no- la expresión del pequeño cambio a una triste- Nunca me quiso, simplemente no quería que este con ustedes porque sabía que te haría feliz junto con otra persona que no fuera ella, eso enfurecida a la abuela, así que me ayudo a entender más el tema y hace un mes comenzamos con la búsqueda

-Entiendo todo, pero tu madre se va a volver loca cuando se entere que viniste aquí y nos estas buscando

-Mamá murió hace unos meses- Rubén se sorprendió por eso- Comenzó a enfermar cuando regresé con ella, cayó en el hospital muchas veces hasta que le diagnosticaron cáncer en los pulmones y hace dos años comenzó a empeorar hasta dejarla en el hospital casi siempre, casi ni la veía y no pude despedirme de ella, la abuela no me dejo, pero si me dijo que se fue tranquila junto a un ángel

-¿Y tu abuela que opina de que estés aquí?

-Ella me trajo, me ayudo a llegar hasta aquí- Tommy se puso pensativo- Eso me hace recordar que tengo que avisarle que este es el lugar correcto, me debe seguir esperando abajo- Rub rio antes de posicionarse frente a él y acariciar su cabello

-¿Por qué a mí y no a Samuel? ¿Por qué no ir al antiguo departamento para buscarlo?

-Papá Samuel no está ahí hace tres años, fue el primer sitio a donde fuimos, luego la abuela comenzó a averiguar en las cosas de mamá y descubrió que estaba obsesionada contigo, sabía dónde te habías mudado y todo, me dio miedo

Rubén negó divertido con la situación antes de volver a abrazarlo, le emocionaba el hecho de pensar que el pequeño se había tomado tantos problemas y tiempo para encontrarlos. Tenía que agradecerle a su abuela cuando la viera y a Nieves por ser una maldita psicópata obsesionada hasta el punto de investigarlo, había ayudado a que su osito regresara a él.

-Pero eso no es todo- Rub lo aparto

-¿Hay más?- Tommy asintió- Cuéntame

-Quiero que me adopten- Rub abrió la boca sorprendido

-Espera ¿Qué?

-La abuela está dispuesta a darles mi adopción, ella es la...¿Cómo se dice? ¿apodada? ¿poderada? ¿apodarada?

-Apoderada cariño

-¡Eso! ¡Ella es la aporedada!- Rubén rio al escuchar el mal pronunciamiento- Pero solo tiene una condición

-¿Cuál?

-Tienen que ser los dos, tú y papá Samuel

-Pero...no lo veo hace años

-Lo sé, yo tampoco, pero la abuela dice que los dos hicieron un gran trabajo antes, quiero que lo vuelvan a hacer juntos

-Tommy, ni siquiera sé dónde esta

-¡Yo si se! ¡Yo si se!

El pequeño comenzó a saltar entusiasmado haciendo sonreír a Rubén. Si tenía que volver a ver a Samuel para tener otra vez a Tommy en sus vidas, lo haría, aunque se muriera de los nervios de tenerlo frente a él.

||Este no es nuestro bebé|| 👼🏻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora