"Sé del desconcierto de don Armando, sé lo que debe estar padeciendo por su empresa, sé de cuánto necesita de una explicación, que le aclare qué es lo que está pasando conmigo.
Pero yo no soy la que debe dar las explicaciones, él es el que debe buscarlas y por eso no me siento mal por lo que estoy haciendo. Me siento mal por lo que estoy sintiendo.
No sé de dónde estoy sacando fuerzas para rechazarlo, para no caer en la tentación de estar con él a pesar del engaño, para no caer a sus pies cuando me mira, cuando me habla.
Aún estoy débil y eso me hiere, porque sé que mientras me desvanezco por él, él apenas sufre por su empresa, no por mi indiferencia. Y menos por mi ausencia.
No quiero estar aquí ese día, no soportaría verlo frente al altar con ella. Ese día habrá terminado todo para mí.
Espero ya no sentir nada por él para entonces, aunque no lo creo. Tal vez nunca saque de adentro a don Armando.
Ojalá alguna vez mi corazón entienda que nunca fue y no será jamás para mí.
Como dijo Nicolás, la única forma en que un hombre como don Armando se fijaría y se enamoraría de una mujer, tan fea como yo, sería con brujería.
Y jamás recurriría a algo así para tener a un hombre a mi lado, prefiero morir sola.
Por lo pronto, él tendría que seguir viviendo la pesadilla de tenerme a su lado."
ESTÁS LEYENDO
El diario de Betty.
FanfictionPropiedad de Beatriz Pinzón Solano. Copia fiel y exacta del original.