One Piece Collection

4: Cause You're Here

Autor: neverlandlumos

Pareja: Doflamingo x Crocodile

Palabras: 1704

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/2164755

Resumen:
Baby 5 está ansiosa por conocer al hombre que hace tan feliz al Joven Amo.

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"Um", murmura Baby 5, "¿Joven Maestro?"

El abrigo de Doflamingo asoma por una de las estanterías. Se inclina hacia atrás torpemente para saludarla.

"¿Sí?"

"No quiero molestarle ni importunarle", empieza, retorciéndose un poco las manos. No es de las tímidas, pero Baby 5 nunca le había pedido nada a Doflamingo, aparte de que dejara de matar a sus novios. "Esperaba... que tal vez... ¿Podría conocer al hombre que se aloja aquí? Um, contigo."

Doflamingo sale del pasillo y le sonríe. "¿No lo conoces? Lo siento".

Baby 5 agita las manos, rechazando frenéticamente la disculpa. No lleva mucho tiempo aquí, es el... compañero de Doflamingo, como le llaman ahora los demás miembros de la familia, pero el rey no parece estar muy animado hoy, ni últimamente. "¡No, no, no lo sienta, Joven Amo!"

Doflamingo deja sobre la mesa el libro que le interesaba y sonríe, mostrando los dientes. "Fufufu, ven", ordena en voz baja, "te presentaré a mi amado".

"¿Amado?" Resuena ella, con los ojos muy abiertos. No sabía que Doflamingo sintiera algo tan profundo por ese hombre misterioso. Está celosa como mínimo, no de Doflamingo ni de su compañero, pero no le importaría tener un hombre fijo en su vida. Se enciende un cigarrillo.

Baby 5 le sigue hasta que empiezan a llegar a la sala de estar del rey. "Oh, sí", confirma Doflamingo con facilidad. "Le quiero mucho", se ríe entre dientes.

"Eso es fantástico, Joven Amo", le dice ella, sinceramente. "Sugar me ha dicho que le gusta mucho dormir", comenta ella también, exhalando por la nariz.

Doflamingo le dedica una mirada. "Supongo", responde, "que le gusta dormir al sol".

"¿El sol? repite Baby 5, casi sudando de sólo pensarlo. Los veranos en Dressrosa pueden ser bastante duros. "¿No hace un poco de calor?".

"Es un usuario de logia", Doflamingo abre las puertas de la alcoba y la guía a través de sus aposentos con un largo dedo en el labio. "Su elemento es la arena, así que no creo que le moleste el calor. Vivía en un desierto", susurra.

Baby 5 se da cuenta de que su cama está hecha y de que el persistente olor a cigarro recorre un poco la habitación. La bandeja del desayuno está vacía, esperando a que se la lleve una camarera.

"Ha estado despierto", comenta en voz baja. Está entusiasmada por conocer al hombre que da tanto vértigo a Doflamingo.

"Está ahí", señala Doflamingo, escondido tras la cortina que adorna los bordes del balcón, con un aspecto absolutamente ridículo.

"Nunca interrumpo la hora de la siesta a menos que sea importante", declara, con una sonrisa aguda. Seguro que le han regañado muchas veces por hacerlo. "Lleva un rato durmiendo la siesta", comenta, frotándose la barbilla mientras mira el reloj de la pared del fondo. "Debería despertarle".

Baby 5 se resiste. También sabe que este hombre tiene mal genio. "¡No en mi nombre, Joven Amo!"

Observa cómo Doflamingo vuelve a asomar la cabeza por la cortina, riéndose. Se acerca sin hacer ruido, atraviesa con cuidado las puertas de cristal y se queda mirando.