29: to do everything in truth

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Autor: duckoffury

Pareja: Zoro x Sanji

Palabras: 2868

Advertencias: Ninguna

Original: https://archiveofourown.org/works/33739654

Resumen
Había intentado apagarlo todo. Como si hubiera pulsado un interruptor, Zoro había intentado bloquear todos sus pensamientos y emociones en relación con aquel estúpido cocinero, que estaba al otro lado del mundo, viviendo una nueva vida de lujo.

Y entonces Luffy trajo a Sanji de vuelta.

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A Zoro nunca le gustaba admitir que era vulnerable o que tenía algún tipo de debilidad. Iba a convertirse en el mejor espadachín del mundo; no podía permitirse tener debilidades. Pero toda la situación con el cocinero, en contra de su voluntad, lo había dejado en carne viva como hacía mucho tiempo que no sentía.

'Tengo que ir a ver a una mujer. Ahora vuelvo'.

Maldito bastardo.

El cocinero sabía que el contenido de su mensaje llegaría a oídos de Zoro. Sabía exactamente lo que pensaría de su decisión, y lo hizo de todos modos.

No era exactamente un secreto entre sus amigos que Zoro y Sanji estaban juntos, por extraño que fuera. Nunca se mostraban demasiado cariñosos el uno con el otro en público y seguían dándose patadas y golpes la mayoría de las veces. No era hasta que estaban en privado cuando se mostraban más intensamente lo que sentían el uno por el otro. En este punto, Zoro casi anticipaba la suave patada contra su costado cada noche, cuando Sanji terminaba de limpiar la cocina, su suave murmullo de "hazte a un lado", y luego la sensacion de esos delgados brazos envolviendolo.

Zoro no se hacía ilusiones sobre el hecho de que, aunque Sanji se preocupaba por él, aún tenía que competir con el 99,9% de las mujeres del mundo. El espadachín ponía los ojos en blanco cada vez que el rubio soltaba la lengua adulando a alguna mujer que no conocía de nada. Formaba parte de su vida cotidiana, y en realidad a Zoro ya no le molestaba. Después de todo, seguía siendo él a quien Sanji volvía al final del día.

Pero el cocinero no sólo había dejado la tripulación, no sólo se había ido al otro lado del mundo, sino que se había ido para casarse.

Zoro no estaba celoso. No lo estaba. Ni siquiera creía que el matrimonio fuera para tanto, que fuera una pérdida de tiempo, cosa que explicó a la tripulación cuando discutían con él por la marcha de Sanji.

Oh, Nami se había enfadado con él por eso. Había sido la primera en darse cuenta de sus sentimientos hacia Sanji, allá en el Merry. Siempre fue demasiado lista para el gusto de Zoro, entendiendo cosas de él que él no quería que nadie entendiera. Pero tal vez no fuera tan extraño que comprendiera rápidamente sus sentimientos, teniendo en cuenta que tenía sentimientos muy parecidos a los de cierta princesa alabastana. Tomando tazas de sake, se habían quejado de sus respectivos objetos de afecto, Nami lamentándose de cómo se alejaban cada vez más de Vivi cuando Zoro al menos tenía a Sanji a su lado, mientras que Zoro argumentaba que eso sólo empeoraba mucho las cosas; la única persona que podía hacerle sonrojar de forma constante estaba con él todo el tiempo.

Oírle mostrarse tan indiferente ante la marcha de Sanji la había enfurecido, pero a estas alturas también lo conocía lo suficiente. Sabía que a pesar de lo que dijera por su boca, esto era importante para él. Por eso, antes de partir con Luffy y los demás para traer de vuelta al cocinero, lo acorraló.

"Entonces, ¿qué debo decirle a Sanji cuando lo encontremos?"

Zoro abrió los ojos, mirando a Nami desde su asiento en el suelo, donde ella estaba de pie sobre él, con los brazos cruzados sobre el pecho.

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