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La mañana siguiente Olivia se sentía flotar en la más esponjosa nube

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La mañana siguiente Olivia se sentía flotar en la más esponjosa nube. Sonreía incontrolablemente y la fierecilla qué habitaba en su estómago estaba danzando todo el rato. Sentía que no aguantaba un minuto más sin ver la sonrisa brillante de Zoro, así que se apresuró en tomar un baño y estar lista para ayudar en la cocina. Quería preparar algo especial solo para él.

- Buenos días mi hermosa flor. - Le saludó Sanji al sentirla entrar por la cocina.

- Buen día ojitos de mar. - Lo sorprendió ella rodeandolo por la cintura desde atrás.

Sanji casi se corta con el cuchillo debido al impacto y la apartó poniendo el dedo índice en su frente.

- Hoy estás de buen humor ¿eh?, casi me corto. - Le sonrió divertido. - ¿Y qué es eso de ojitos de mar?

- Así los tienes, son como dos océanos mirándome. - Le devolvió la sonrisa y comenzó a lavar sus manos para ayudar con los preparativos del desayuno.

Sanji la veía con ojos brillantes y una impecable sonrisa en sus labios, por lo general era él quien le ponía apodos lindos a sus compañeras, se sintió bien que alguien más lo hiciera con él.

- Sanji, quiero preparar algo delicioso para Zoro, ¿me recuerdas la receta de la tarta de la otra vez? - Habló ella tomando algunos ingredientes de la alacena.

- Con que es eso... No te pasaré mi espléndida receta para que la uses en ese musgo. - Le dijo volviendo a picar las verduras.

- Por favor, prometo lavar los platos toda la semana. - Juntó ambas manos a modo de súplica e hizo un puchero.

Sanji la miró alzando una ceja, parecía un cachorro triste y aunque estuviera bromeando con ella, sintió que su corazón se deshacía por dentro.

- Te aprovechas de tu linda cara para hacerme ceder. Toma nota. - Le contestó con una sonrisa y comenzó a indicarle los pasos.

Después de un rato entre pláticas y bromas, terminaron el desayuno para la tripulación. Olivia ayudó a poner la mesa y sirvió la comida a todos sus compañeros, Usopp y Luffy no tardaron en entrar como estampida al comedor cuando escucharon que la castaña los llamaba.

- Sanji, Liv. Tengo hambre, denme comida. - Habló Luffy frotando su estómago.

- Todo está servido capitán, lávate las manos antes de sentar... - No terminó de hablar cuando el sombrero de paja ya tenía las mejillas repletas de comida.

- Buenos días. - Saludó Zoro entrando a la cocina con Nami.

Olivia se sonrojó apenas lo vio atravesar la puerta, lucía tan atractivo con el cabello semi húmedo, avisando que acababa de ducharse, tenía una camisa azul que se tallaba perfectamente a sus pectorales, los cuales sobresalían un poco y vestía unos pantalones oscuros. Los tres pendientes en su oreja permanecían igual y tenía un semblante relajado.

SAILING { Roronoa Zoro } Donde viven las historias. Descúbrelo ahora