🏕️┊Capítulo O2

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El viaje en el autobús duró horas,
fue notable el cambio de entorno.
Los edificios se fueron poco a
poco y se convirtieron en casas,
después pasó solo a colinas llenas
de cultivos y por último, todo eso
se dejó atrás para pasar a estar
rodeados de árboles.

Por suerte la carretera de tierra
no tenía baches y todo fue
tranquilidad. Casi cuatro horas en
carro, por suerte habían parado
en una gasolinera para ir al baño
y comprar algunas cosas. Jungkook
compró una gran bolsa de comida
chatarra, caramelos dulces,
chocolates, papas fritas y más.

Se tomó un refresco y unos
sándwiches que había hecho
con anterioridad para el camino,
dejaría sus golosinas para después.
Y cuando al fin la gran carroza
rectangular se detuvo en medio
de la jungla pudieron salir, bueno,
no exactamente una jungla, era
un bosque, con árboles grandes
y podía ver pajaritos volar por
todas partes. Buscó su equipaje
rápidamente para que no fuera
revuelto con otros y se tomó tiempo
para admirar el lugar.

El fresco aire que no tenia
contaminación, no olía a humo, a
quemado, nada, solo a tierra, flores
y árboles. Los grandes árboles que
daban sombras frescas y el canto
de los pájaros, puede que estar
en ese lugar dos meses no sea tan
malo, el castaño caminó hacia la
entrada de la gran mansión que
estaba en medio de un pequeño
claro.

Un sonido chirriante lo hizo mirar
hacia atrás, una gran puerta
de metal se cerró por donde
justamente habían entrado. Ahora
que lo notaba, una alta y larga
muralla de ladrillos rodeaba todo
el lugar, al menos eso creía pues la
pared se extendía tan lejos que sus
ojos no alcanzaban a ver en donde
había alguna curvatura.

Jungkook suspiró, seguramente la
cerca rodeaba una gran extensión
de la montaña para mantener a
animales grandes y peligrosos lejos
de la mansión y los que pudieran
estar dentro de los muros. Terminó
por encogerse de hombros, era
obvio que las personas ricas, y
con demasiado dinero para su
propio bien, hicieran cosas así para
mantenerse seguros.

Dejando eso de lado, Kook caminó
para adentrarse en la mansión,
muchos estudiantes se iban a la
parte superior, competían entre
ellos para buscar la más grande y
con mejor vista. El pecoso arrugó
el entre cejo, mínimo como setenta
habitaciones tendría esa enorme
casa.

Eso sin contar los baños y las
cocinas que tendría. No entendía
la razón por la cual alguien haría
tremendo lugar ¿Para que hacían
ese tipo de cosas?, Era estúpido y
no miraba la necesidad de hacer un
sitio tan grande para la familia que
fuera a vivir allí.

Quizás cuando sea millonario
encuentre su iluminación y sepa
porqué.
Por el momento solo quería
sobrevivir a ese verano rodeado
de estúpidos alcohólicos, caminó
por la planta baja para buscar
un cuarto, ni de chiste iría a las
partes superiores, no quería oler
los aromas de sexo ni escuchar
gemidos que interrumpieran su
momento favorito de la noche.

Para su suerte encontró una buena
habitación, estaba en lo que
parecía ser una esquina y tenía
grandes ventanales que dejaban
ver hermosos árboles cerca, junto a
muchos arbusto llenos de flores. Al
parecer allí iba a tener todo lo que
quería, tranquilidad, paz, soledad,
y podría salir a escondidas del lugar
si quiera.

Las ventanas grandes hacía que
salir afuera fuese fácil. La cama
cómoda a metro y medio de
una ventana era impecable, sus 
sábanas color crema y muchas
almohadas, se encontró con dos
puertas en una pared. Las revisó
y dio con un armario enorme y un
baño, era perfecto.

Si quisiera podría pasar allí todo
el verano, aunque se suponía que
había ido a ese lugar para pasar
ratos en la naturaleza y explorar.
Dejó sus cosas a un lado de la
cama, buscó su celular y trató
memorizar el camino para no
perderse después.

del bosque 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora