🏕️┊Capítulo O5

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Por una extraña y misteriosa
razón muchas personas iban
desapareciendo a lo largo de los
días, y 'nadie' hallaba explicación
alguna. Aparte de eso, 'accidentes'
como el que había ocurrido en el
lago cuatro días atrás pasaron un
par de veces.

Un par de chicos murieron
electrocutados al tratar de mezclar
música con el equipo de sonido,
al parecer los cables estaban mal
puestos e hicieron cortocircuito. Al
estar conectado directamente con
un tomacorriente la electricidad era
muy fuerte.

Tres chicas se cayeron de
una escalera bastante alta,
había cerveza y espuma en el
suelo, al estar medio ebrias y
desequilibradas, las cosas solo
sucedieron. Una de ellas se
rompió el cuello, una con un
golpe en la cabeza que se pegó
al caer directamente contra una
esquina de la pared. La última
aparentemente murió asfixiada
por unas costillas rotas, nadie era
médico o estudiaba medicina en
ese lugar, nadie pudo ayudar.

Y como la primera vez, nadie
quiso tomar responsabilidad del
asunto y por miedo a quedar como
sospechosos, llamar a la policía no
era una opción. Muchos quisieron
irse después de lo que sucedió,
sin embargo, Mark no les abrió la
puerta. Era su propiedad, la de
su familia más bien, nunca oyó
a sus padres mencionarla pero,
la encontró un día que se puso a
esculcar cosas en la oficina de su
padre cuando buscaba su tarjeta
negra.

Mark sabía de sobra que la mayor
parte de los problemas iban a caer
sobre él, al ser quien propuso el
viaje y "estar a cargo", podría ser
tomado como el mayor responsable
del asunto ¡Todo era una locura!

Que secretamente Jungkook disfrutaba.

El Omega castaño se mantuvo en
silencio, aún más que antes, se
la pasaba en un rincón mirando
como entraban en pánico, ira
y frustración. El collar con la
esmeralda se ocultaba bajo sus
sudaderas de gran tamaño, no
decía nada, no hablaba con nadie,
solo observaba.

Estuvo presente cuando los más
valientes, o idiotas, tomaron
los cuerpos de los que estaban
muertos y los llevaron a un cuarto
lleno de muebles sin estrenar,
estaban cubiertos por plásticos y
usaron uno de ellos para tapar los
cuerpos. El mal olor era ya notable
en los primeros del accidente en
el agua, para los que tenían buena
nariz, los betas apenas podían
sentir una leve pestilencia.

Simplemente asqueroso, carne
echándose a perder, aromas
rancios y muertos. La piel pálida,
ver cómo la sangre era marrón y
coagulada. Jungkook no quería
sonreír, no podía, debía mantenerse
al margen por completo, ser la
persona invisible que siempre
había sido.

Una noche mientras estaba en su
habitación y los demás con aires
tensos sobre ellos. Kook observó
por su ventana como un grupo de
personas se iban con linternas por
el bosque, al parecer querían huir
y como la gran puerta pesada de
metal estaba cerrada la opción más
fácil sería encontrar algún punto
bajo en la muralla para cruzar al
otro lado.

Jungkook abrió su ventana y se
sentó en la orilla, miró hacia el
grupo mientras metía una mano bajo
el suéter para tocar su bello regalo,
el primero de muchos que encontró
días después. Desde relojes caros
hasta bellos pendientes con finos
diamantes, reconoció uno de una
de las chicas que cayó por las
escaleras. Eran muy brillantes y
exclusivos como para no saber que
eran de ella.

El castaño suspiró profundamente,
notó en el aire ese aroma a
especias, llegaba a su nariz tan
débilmente que podría ser sólo
imaginación suya o algo del viento,
sin embargo, Jungkook sonrió con sus
mejillas rojas y pasó su lengua por
su labio inferior con deseo. Notó
una cabellera rubia que iba con
el grupo que iba a huir, un par de
moños en cada lado.

del bosque 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora