🏕️┊Capítulo O6

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Caminando tan silenciosamente
como se lo permitían sus pasos,
Jungkook se deslizó por la cocina
y se agachó para tomar de la parte
baja un pequeño termo con su jugo
especial hecho de frutas por él
mismo.

Tenía que reponer las vitaminas
en su cuerpo, comer dulces y
chocolates no era algo equilibrado
para su sistema, además, sus
curvas no se mantenían solas.

Jungkook se dio la vuelta y caminó
de nuevo por los pasillos a su
habitación, pasaba tranquilo y en
silencio por una sala en donde
pudo oir voces alteradas, habían
unas nueve personas y todos
ellos se hacían una pregunta
en común, ¿Como era que en
menos de tres semanas se hayan
desaparecido más de dos docenas
de estudiantes?

Habían pasado unos cuantos días
desde que Jungkook miró al grupo
adentrarse en el bosque de noche,
después de eso las desapariciones
sólo siguieron en aumento. Jungkook
nunca dijo nada al ver cómo otros
se iban hacía el interior de los
árboles y nunca salían de allí. El
Omega nunca habla con nadie,
parecían haberse olvidado por
completo de su existencia y era
mejor así.

Por una parte estaba agradecido
con ello, pasando desapercibido
podía disfrutar de todo el drama
que ocurría a su alrededor,
disfrutaba también de los regalos
que seguia encontrando en su
mesita de noche, al pie de su
cama, sobre su mochila, todos
ellos perfumados con la misma
fragancia.

Sin embargo, dejando de lado ese
pequeño pensamiento lleno de
felicidad, Jungkook se quedó parado
detrás de una pared que conectaba
a la sala en la que estaban los
demás, podía oler un rastro de los
aromas amargos llenos de enojo y
miedo.

-¿¡Y que mierda se supone que
haga, ah?! -ese gritó obviamente
fue de Mark, el alfa estaba
exasperado.

-¡Abre la maldita puerta para que
nos podamos ir! ¡Haz esa maldita
cosa! -gritó alguien más, por lo que
podía deducir Jungkook, ese también
era alfa, estaba usando su aroma
para dominar al de Mark, pero,
Mark era un alfa de alto rango y no
se dejaba llevar por el aroma tan
fácilmente.

-¡Ni de chiste! ¿¡Sabes lo que
pasaría si se llegan a enterar de
lo que pasó!? ¡Me harán pudrir en
prisión! -Mark exclamó respirando
agitado- y tú también estarás
involucrado Dylan, ¿Tú crees
que esos políticos gordos se van a
quedar con los brazos cruzados al
ver que sus hijos desaparecieron
así sin más? Van a buscar
responsables y nosotros vamos a
quedar como tal.

Un silencio frío y tenso se expandió
por toda la sala, nadie dijo nada,
ninguno se atrevía. Mark tenía
razón, si se llevaban a reportar
las muertes y las desapariciones
de todos esos estudiantes de
universidad iban a terminar muy
afectados.

Jungkook los dejó, ya no habría nada
interesante por escuchar. Llegando
a su habitación, el castaño cerró su
puerta con llave y caminó hacia su
cama. Dejó el termo sobre la mesita
de noche, sacó uno de sus libros y
se acomodó para una buena noche
de lectura.

El castaño leía tranquilo con la
buena iluminación que daba la
lámpara a su lado, su cena era el
jugo y el recipiente era lo ideal para
no derramar nada sobre su libro
o cama. Tenía la intención de leer
toda la historia en esa noche, sin
embargo, después de que llevaba
media hora leyendo y quince
minutos después de que empezó
a tomar su jugo sus ojos estaban
empezando a cerrarse, por fortuna
ya había acabado con toda su cena
dejando el envase vacío sobre la
mesa.

Se sentía cansado y sus párpados
pesados. Ni siquiera eran las diez y
estaba muriendo de sueño, bueno,
quizás haya sido porque la noche
anterior se estuvo hasta las tres de
la mañana mirando películas, ya no
era un adolescente, pero tampoco
era tan viejo.

del bosque 𓍢 ִֶָ  jikook Donde viven las historias. Descúbrelo ahora