Día de lluvia, llegando a mi nueva casa del trabajo, casa que era un desastre pues ni mi amiga ni yo habíamos tenido tiempo de arreglarla, llevamos dos semanas viviendo ahí, había tantas cosas, unas sobre otras, solo nuestras habitaciones estaban un poco ordenadas para poder estudiar y dormir, la cocina y el sofá para poder ver películas. Estábamos a punto de graduarnos, ella como abogada, yo como ingeniera en computación; en fin, ya se imaginarán que no teníamos tiempo de nada.
Nos mudamos juntas para estar más cerca de la universidad, porque el tráfico era terrible, estaba para escuchar una playlist de más de 100 canciones, ok estoy exagerando, pero nuestras casas están a más de 1 hora de distancia, teníamos que salir mínimo 2 horas antes, además teníamos materias de noche y era más complicado aún. Ahora vivimos a 15 minutos, llegar y regresar era más fácil, incluso con ganas de caminar y buen clima nos podíamos ir a pie tranquilamente.
Yo fui la primera que consiguió trabajo, era de medio tiempo y temporal, pero nos estaba ayudando a pagar los servicios básicos, ya saben, agua, energía, internet. La casa era de una tía de mi amiga que falleció y pues era una buena oportunidad para vivir cerca de la universidad, una casa grande y muy cómoda de dos plantas, 4 habitaciones y todo eso había que ordenar, el plan era hacerlo el último fin de semana del mes.
Por cierto, mi amiga se llama Sara y yo soy Ava, a pesar de estudiar carreras diferentes nos conocimos el primer día de clases en nuestro primer año en la universidad, ambas chocamos buscando nuestro salón, por coincidencias del destino, ese día teníamos la misma clase de inglés, nos sentamos juntas y ahí inicio todo.
Sara siempre me miro de una manera especial, desde el inicio fue muy amable y detallista conmigo, a veces me invitaba a comer, siempre estaba pendiente de mí, dos años antes de graduarnos, sus padres le regalaron un carro y cuando yo salía de noche, aunque ella saliera más temprano me esperaba para irme a dejar a mi casa. Recuerdo el día que me dijo que nos mudáramos a la casa, antes de bajarme del carro y despedirme me detuvo
- ¡Espera!, tengo algo que decirte o bueno proponerte
- ¿El qué?
Pregunte curiosa y sin dejarla de ver
- Bueno es que no se si tu quisieras...
La notaba algo nerviosa, yo solo sonreía al verla ahí tratando de decirme, mientras tenía sus manos en el volante
- ¿Recuerdas la casa de mi tía que falleció?
- Si, si, ¿qué pasa con ella?
- Es que como ella no tenía hijos, mis padres la querían vender, pero yo les dije que no, porque quería vivir ahí, porque está cerca de la universidad y bueno como es una casa grande para una persona, pues no sé si tu...
- ¿Vivir contigo?
Dije casi al instante, sus ojos se abrieron de par en par, vi que apretó con más fuerza el volante
- Yo entiendo si no quieres...
La interrumpí inmediatamente y sin dudarlo acepté
- Me encantaría vivir contigo
Su cara cambio, primero dio un grito y agitando sus manos de arriba a abajo celebrando, como cuando su equipo de futbol ganaba, era tanta su emoción que hasta hizo sonar la bocina de su auto, eso me hizo reír, ver la emoción que tenía
- Entonces dime cuando nos mudamos y te ayudo con tus cosas
- Si quieres este fin de semana, así descansamos de estar en estos tráficos, además me da pena que llegues más tarde a tu casa por mi
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Amor a través del tiempo - Avalance
Fiksi PenggemarSara y Ava son dos chicas que estudian su último año en la universidad, pero antes de graduarse, aparece un antiguo libro que dará un giro inesperado a sus vidas y las llevará a vivir situaciones que hará que algunas cosas cambien entre ellas. El li...