⚝ All for your love .. ੭ [ Noco ]

♡ Chapter 9 : ¿Alejandro?

El moreno se encontraba sentado bajo un árbol conversando con el castaño, habían llegado temprano a la escuela, así que tenían mucho tiempo libre.

—Desearía tener cuatro brazos y así poder comer cuatro dulces a la vez.— Decía Cody mientras peinaba a Noah, esta vez haciéndole una colita de caballo.

—Tu obsesión con los dulces no es normal.— Mientras el contrario le hacía peinados, estaba leyendo un libro sobre psicología.

—¡Tú estás obsesionado con los libros! Son tan aburridos.. No sé como te pueden gustar.— Cody intentó llevarle la contraria al moreno.

—Pero ellos no me harán daño, de seguro a tí te dará diabetes.—Soltó un quejido de dolor al sentir que el castaño le había apretado bastante la colita.— ¡No hagas eso!

—Tú me provocas.—Cody ignoró las quejas de Noah y siguió peinandolo.

Continuaron así hasta que ya habían abierto la academia, finalmente entrando y yendo a sus respectivos salones.

Antes de separarse, habían acordado de juntarse diez minutos antes de que toque el timbre en el baño para saltarse las clases, ya que a ambos les tocaba deporte.

Noah dejó sus cosas en su asiento y se retiró del lugar, paseándose por los pasillos hasta encontrar algo bueno.

Quería reencontrarse con el castaño, pero también le quería dar algo de privacidad en su vida.

Se cruzó con su amigo Owen, que obviamente estaba comiendo un bocadillo.

—¡Hola pequeño amigo! ¿Ya probaste los panes dulces que vende "Al"?—Era el apodo que el rubio le tenía puesto al español, este mismo se lo prohibía pero le seguía llamando así.

—No, y tampoco los quiero probar, ese tipo oculta algo..— Susurraba Noah, el moreno odiaba con todo su ser a Alejandro. - No deberías confiar en él, recuerda lo que te hizo la última vez.

—Vamos amigo... No es su culpa que hayas perdido contra él en la competencia de matemáticas.— Cada que Owen hablaba soltaba una gota de saliva, mientras el contrario lo miraba con asco.

—¡No es por eso! - Hizo una pausa al sentir más gotas de saliva salir por la boca del rubio.— Y aprende a comer, puedo sentir toda tu asquerosa saliva.

—Lo siento, pero prueba solamente una. . Yo te acompaño.— El grandote agarró al moreno del brazo y lo llevó a otro pasillo, el mencionado intentó librarse pero fue en vano.

Llegaron al lugar en dónde el español estaba vendiendo su postre, teniendo a varias personas alrededor.

—De seguro les puso algo dentro de esas cosas, no entiendo como pueden seguir hablándole después de todo lo que hace.— Se quejaba Noah, mirando al otro moreno que le sonreía a las chicas que se encontraban ahí.

No podía negarlo, si que era atractivo, muy atractivo, pero eso no lo iba a volver un ciego enamorado.

Notó que también estaba Cody ahí, observando mucho más de cerca.

— Tus panes dulces son tan deliciosos, podría comerlos todo el día. . — Decía Cody mientras comía el postre del español, mirándolo con sus mejillas coloridas.

— Lo sé, podría hacerte unos especiales después, mi querido amigo.— Alejandro sabía que el castaño sentía atracción por él, por eso aveces le sacaba provecho a eso y lo mandaba a hacer algunas cosas por el.

Noah se acercó al puesto y miró con enojo al español.

— Hola, Alejandro.

— ¡Hola Noah, mi amigo! - El de rojo dejó de mirar a Cody y volteó a ver al moreno enojado. - ¿Deseas un pan dulce?