amor adolescente

3

Brillo

Tomé una fresa de la pequeña montaña que tenía apilada frente a mí y la llevé a mi boca. Estaba deliciosa, como de costumbre. Me enderecé un poco, ya que llevaba más de una hora sentada en el balcón de mi cuarto. El atardecer era tan hermoso que decidí pintarlo e intentar capturar ese brillo único que solo los atardeceres tienen.

Después de un rato, terminé. Era hermosa. Tal vez no la mejor pintura que he hecho, pero sí hermosa. Dejé mi obra de lado y tomé una hoja; el atardecer me había inspirado, y necesitaba plasmarlo en palabras.

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Querido ________,

Te amo de mil maneras, y no sabes cuánto me reconforta estar a tu lado, verte sonreír o escucharte hablar de lo que te apasiona. No puedo dejar de pensar en lo mucho que amo estar contigo.

Todavía me sorprende lo que dijeron ese día sobre nosotros. Aunque ya lo había notado, no pensé que fuera tan evidente. Escuchar cómo describían el brillo en tu mirada al verme me hizo sentir tan especial y amada como nunca antes. Jamás imaginé que alguien pudiera verme de la manera en que tú lo haces.

"Ella habla y habla, y él solo la escucha con ese brillo."
"Es cierto, sus ojos se iluminan al verla."
"Son adorables."

Haré todo lo posible para que tus ojos sigan brillando cada vez que me mires, porque no quiero perder nunca esa sensación de tenerte a mi lado. Espero que podamos tener muchas más charlas en las que yo hable casi todo el tiempo, y tú sigas escuchando cada palabra como si fuera lo más importante del mundo. La forma en que me escuchas, con tanta atención y ternura, me hace sentir que nadie se compara contigo.

Te quiero con todo el corazón
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Miré el cielo por última vez; ahora las estrellas lo adornaban, e inevitablemente me recordaron a ti, a tus ojos y su inigualable brillo.

Cerré la puerta del balcón, me dirigí a mi cama, y saqué una caja rosada de debajo de ella. Con cuidado, guardé la nueva carta en su interior.