Se quitó los audífonos tirando el móvil lejos de él, estaba en la pequeña oficina que tenían en la cafetería, aunque ninguno la utilizaba la habían hecho por motivos laborales, es decir, una siesta cuando uno de ellos no ha tenido una buena noche o cuándo, cómo el caso de Rubius en palabras de Juan, "está siendo un torpe absoluto y más que ayudar, estorba"
Había tirado dos cafés esa mañana encima de un cliente, como si fuera poco rompió cuatro platos y casi entrega una orden equivocada que era más de lo que el cliente había pedido. Sus amigos se cansaron y lo mandaron a la oficina, diciendo que mejor se encargue de las cuentas del mes antes que atender a la gente
Aunque tampoco había podido hacer eso, su cabeza estaba en otra parte, por lo que lo mejor que pudo pensar fue escuchar el programa de Luzu y Vegetta, pero fue peor debido a que justo ese día el tema era exactamente lo que le estaba pasando, sin contar que se identificó con la primera llamada. Llevaba rememorando esa conversación una y otra vez, el mismo problema se repitió con otros oyentes, a comparación de la primera, está vez el chico nuevo llamado Quackity no se había metido, por lo que esa frase no se había repetido en el programa, pero si en su cabeza.
"-Es decir que si, que su vínculo es grande, pero por esa razón la idea de romper el corazón de la persona que quieres o aprecias es más duro llevando a que incluso no quieras seguir con la amistad, sería mal fácil si solo son amigos, aunque apuesto que en ese caso el solo te dejaría de hablar y nada más."
Él no tenía ningún vínculo con Sam, llevaban conociéndose poco tiempo, pero aun así sabía que el chico lo apreciaba, se lo dijo varias veces y lo demostraba siendo su amigo, aunque no le gustará la gente como él. Pero ¿era suficiente para seguir con su amistad luego de decirle que le gustaba? No, no lo era, si Sam se enteraba de eso estaba seguro que le diría que no siente lo mismo y se alejaría de él, al fin y al cabo, su amistad no era tan fuerte como para quedarse a su lado sabiendo que tenía sentimientos hacia él
-Joder, porque siempre me tengo que complicar la vida
Se tapó los ojos con su brazo mientras se acomodaba en el sillón de la oficina. Pensó que escuchar su programa de radio favorito lo iba a hacer sentir mejor, pero solo le había creado más dudas
Su móvil vibró a su lado, por lo que lo tomo viendo un mensaje de Samuel preguntándole si todo iba bien. Tenía ganas de responderle, pero sabía que si lo hacía no tendría la valentía de mirarlo a la cara luego de aceptar que estaba comenzando a sentir algo por él, era demasiado nervioso para hacerlo
Suspiro antes de tomar sus cosas y su chaqueta, estaba comiéndose la cabeza ahí, así que lo mejor no era tomarse el día libre sino ponerse a trabajar. Salió de la oficina yendo hacia donde Fargan que estaba en la barra con varios clientes mientras que Juan, Mangel y Lolito trataban de servir a todas las mesas, el local de verdad estaba lleno
-¿No quieres ayuda?- Fargan lo miro mientras servía varios vasos de café
-¿Prometes no tirar ni romper nada?- Rubius se encogió de hombros- Oye, mejor ve a descansar, nosotros nos encargamos
-Si voy a casa pensaré más en el tema- leyó una de las órdenes tomando una caja para meter los brownies de Attack on Titan- Además el local está lleno, no podrás con tantas órdenes
-¡Oye, llevo esperando una hora para que me tomen la orden!- una chica grito desde la caja registradora haciendo suspirar a Fargan
-Ve, yo me encargo
Fargan corrió hacia la caja tomando los pedidos mientras Rubius servía los que ya estaban, no iba a mentir que a veces se distraía y hacia movimientos torpes, pero lograba controlarlos antes de causar un desastre. Luego de casi una hora el local se calmó, la hora punta había acabado
-Gracias, ahora si ve a casa- Rubius suspiro poniéndose su chaqueta
-Está bien, pero cualquier cosa me llaman- la campana que indicaba un cliente llamo su atención
-Vaya ¿Ya te vas? Venía justo a verte- Frank metió sus manos en los bolsillos de su polera
-Oh, lo siento, es solo que no me siento bien hoy- Rubius le dio una leve sonrisa tomando sus cosas- Pero Fargan te puede atender
-Si claro ¿Qué quieres que te sirva? - para Rubius no pasó desapercibido el mal tono de su amigo
-Aunque...mejor yo lo hago- empujó al chico- Ve a traerme más tartas de Totoro, ya se acabaron las que habían
-Pero...
-Por favor Fargan- el chico gruñó antes de hacer lo que le decía su amigo- Te salve, creo que no le caes muy bien
-¿Tenías miedo de que me escupa en el café?
-Puede ser una opción- los dos rieron- ¿Que te sirvo?
-Lo de siempre, un americano y una tarta de frambuesa
-Bueno- Rubius se dedicó a servir
-¿Estás bien? Te noto algo decaído- el castaño lo miro dejando la tarta en la barra
-No es nada
-Venga, confía en mí- Frank se apoyó para acercarse a él- ¿Es ese chico Samuel? ¿Te hizo algo?
-Que buena memoria- el contrario se encogió de hombros en respuesta- Y no, no me hizo nada
-No te creo, cuéntame- tomo la mano del chico que se sonrojo por ese toque
-Creo que me gusta, pero sé que si se lo digo voy a ganarme un rechazo y perder su amistad
-¿Porque?- Rubius se apartó para servir el café, dándole la espalda
-Porque no le gusta la gente como yo, los... otakus- suspiro frustrado- Tal vez te parezca estúpido, pero a él le incomoda estar cerca de gente así, pero a mí me soporta y no quiero que por mis estúpidos sentimientos algo en nuestra relación cambie- se dio la vuelta dejando el café de golpe haciendo que un poco salpique- Lo siento
-Está todo bien- tomo una servilleta limpiando la manga de su polera por las gotitas de café- ¿Así que no le gusta los otakus? - Frank soltó una risita- Interesante
-Es por algo que pasó en su pasado, no lo quiero presionar a contarme, pero parece que fue grave
-Entiendo, pero...- se acercó al castaño, demasiado cerca- Si no ve lo lindo y especial que eres es un idiota que no te merece
Rubius se puso completamente rojo, antes de soltar una sonrisa nerviosa y alejarse de él. Pocas veces alguien causaba esos nervios en él, cuando salía con otros tipos que le coqueteaban, no tenían ese efecto...excepto Sam, pero él era diferente, era una corriente eléctrica que lo hacía sentir mal con Frank era...rara
-Gracias
-No hay de que- dejo el dinero en la barra- Ten en cuenta eso si alguna vez te le declaras- tomo sus cosas antes de salir- Gracias por el café, ten un buen día lindo- el castaño se quedó mirando a la puerta por un segundo antes de sentir a su amigo a su lado
-¿Te llamo lindo?
-Son tonterías de Frank
-Entonces ¿porque estás rojo?
-No es nada Fargan- puso los ojos en blanco- Ya me voy, cierren al salir y cualquier cosa me avisan
-Oye Rub- el mencionado miro a su amigo- Prefiero mil veces a Samuel antes que a ese tipo, no me da buena espina
-No pasará nada con ninguno de los dos, así que relájate
Le dio una sonrisa a su amigo, saliendo del local hacia su coche en donde literalmente se lanzó en el asiento. Tocó su cara notando que estaba caliente y por segunda vez sonrió por culpa de Frank, el chico era muy tierno, pero ahora mismo su corazón estaba pendiente de Samuel y dudaba que ese sentimiento desaparezca con el tiempo.
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||Maldito y sensual otaku|| 💮
FanfictionUna cosas está clara, Sam odia a los otakus, pero que pasaría si su mejor amigo Luzu le organiza una cita a ciega con justo lo que más odia. Rubén Doblas esta harto de estar soltero, por lo que sin pensarlo acepta esa cita a ciegas que le organizo W...