Capítulo 11

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-¡Hola!- su emoción se fue al ver el bostezó de Sam al abrir la puerta- Uis ¿vengo en mal momento?

-No, tranquilo, solo tuve un día pesado, no estoy de humor para hablar

¿Y cómo no? Si literalmente había estado desde temprano con sus hermanas soportando que traten de sacarle información, luego había ido a trabajar escuchando los problemas e historias de sus oyentes para finalizar su día teniendo una pelea enorme con Merlon debido al tema de otro locutor para su programa que obviamente ellos no querían. Su día no solo había sido estresante, sino que lo había agotado mentalmente.

-¿Puedo irme?- hizo el ademan de regresar por dónde vino

-¡No!- hasta el mismo Samuel se sorprendió por la urgencia de su grito

-No quiero molestar, pareces cansado y seguro solo quieres tirarte en la cama

-Nunca me molestarías- se apoyó en el umbral de la puerta- Además...me apetece ver una serie, si quieres...

Rubius asintió sin dejarlo terminar haciendo sonreír a Samuel para luego darle pase a su casa. Con otra persona el chico hubiera aceptado que se fuera, pero con Rubén era diferente, una parte de él le exigía que le diga para quedarse y que no se quede solo

-Justo acababa de cenar ¿quieres algo? Puedo prepararte- el chico negó con la cabeza dejando la caja de postres sobre la mesa

-Cene con mis amigos antes de venir acá

-¿Enserio?

-Sí, pero como siempre, sobraron algunas cosas y...-un sonrojo apareció en su cara levantando el envase blanco con dulces- Pensé en ti, así que te los trajes

-Gracias, sabes que soy el fan número uno de lo que cocinas- Sam recogió los platos llevándolos a la cocina- A este paso terminaré gordo

-Eres un exagerado

-¡Es la verdad!- gritó antes de salir con una sonrisa- Creo que por eso me traes unos siempre que me vez, me tratas de enamorar con ellos y engordarme para ser solo tuyo

Rubius se puso más rojo de lo usual tratando de ocultar su rostro en alguna parte. Samuel rio al verlo así, antes de acercarse a él y tomar su mentón para que lo mire

-Es una broma, tranquilo

-No bromees con cosas así

-¿Porque? ¿Te ponen nervioso? - se acercó provocativo al chico

-¡Samuel!- tapó sus cara con sus manos antes de huir al sillón- Mejor veamos que ver

-Hazlo mientras me pongo algo más cómodo- camino hacia su habitación- ¡Y nada de anime!

Escucho el sonido de burla del chico desde su lugar sacándole una risita, siempre que estaba con Rubius no podía parar de reír, y era algo que le gustaba, pero a la vez le daba miedo. Nunca había sido fan de las relaciones, mucho menos de sentir algo por otra persona externa a su círculo, la idea de confiar o amar a alguien le daba pánico, porque se sentía vulnerable y la vulnerabilidad le había traído cosas malas en su pasado.

Pero con Rubén era diferente, el chico a veces incluso llegaba a hacerlo bajar la guardia cuando no quería, lo hacía entrar en su mundo sabiendo que podría encontrar sus mayores secretos. Nunca pensó que alguien que le hacía recordar su pasado tan doloroso, también lo podría hacer sentir tan bien al mismo tiempo

-¡Veamos Naruto!

-Claro que no

El castaño le hizo un puchero mientras esté se acomodaba a su lado en el sillón sin dar su brazo a torcer. No quería ver anime y mucho menos uno que ya había visto antes

||Maldito y sensual otaku|| 💮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora