Capítulo 16

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Sam arreglaba las servilletas mientras Rubius atendía un cliente con su orden. Había decidido pasar por la cafetería del chico luego del programa para invitarlo a cenar, pero al parecer el lugar estaba lleno debido a una promoción de café más una tarta de tu anime favorito.

-Hola Sam- el pelinegro saludo con un gesto a Mangel antes de que esté viera a Rub- Se terminaron las tartas de Naruto

-¿Las que tienen la cara de Naruto o de Sasuke?

-Las dos- el castaño bufó

-Tengo que preparar más, pero me tomara tiempo

-Les diré a los clientes- Mangel se alejó

-¡Juan!

-¡No grites subnormal!- el mencionado se acercó con el ceño fruncido

-Te encargas del mostrador, tengo que ir a la cocina- centro su mirada con Sam- ¿Me acompañas?

-¿Me puedo llevar lo que sobra?- Rub puso los ojos en blanco divertido

-Sí, si puedes

-Entonces si te acompaño

Los dos caminaron hacia la parte de atrás en donde estaba la cocina que Rub utilizaba para preparar los postres de la cafetería. Algo diferente al resto de cafeterías era que los postres o snacks era siempre fresco, por lo que llamaba a la clientela.

-Veo que la promoción que ofreció Fargan está yendo bien

-Tan bien que no se ha podido mover de la caja desde que abrimos- Rubius comenzó a sacar todo lo que necesitaba- Lo siento por no poder ir a cenar contigo

-Tranquilo, podremos ir otro día- se impulsó sentándose en una de las encimeras- Aunque justo hoy se me antojaba comer comida japonesa

-Te odio- Rub lo miro mal antes de reír

El chico se centró en preparar los postres, mientras Sam peleaba con Luzu por mensajes haciéndole entender que solo había ido a ver a Rub como amigo. Llevaba más de cuatro días soportando que el castaño le diga una y otra vez que sus sentimientos por Rubén eran diferentes a los que él decía, además de que era obvio que ya no lo veía como solo un amigo.

La verdad es que Sam había entrado en pánico al principio, no quería que su amistad con Rubius terminará por los sentimientos del chico, pero luego se dio cuenta que solo era otra suposición tonta de Luzu. Si Rubén sintiera algo por él, ya se lo hubiera dicho.

Por otra parte, el castaño había decidido guardar bajo candado sus sentimientos por miedo a perder la amistad de Samuel, por lo que se limitaba a portarse como el típico amigo, manteniendo una distancia considerable con él. Era difícil, pero al menos hasta ahora el pelinegro no sospechaba de nada.

-¿Tienes pensado algo para el fin de semana?- Sam jugaba con un medidor dándole vueltas

-Pensé que tus hermanas llegaban el viernes

-A Kristina le salió un inversor de último momento en Suiza y Mónica...la invitaron a una fiesta irlandesa- Rub lo miro con el ceño fruncido- No preguntes, yo no lo hice cuando me lo dijo

-Entonces ¿no tienes nada que hacer el fin de semana?

-No, por eso pensaba tal vez reunirnos en mi casa con los chicos y...

-¡Acompáñame a una convención de anime!

Sam se quedó con la boca abierta mientras hablaba, solo reaccionó cuando el medidor golpeó su dedo al terminar la vuelta que había dado.

-¿Que?

-El sábado se va a celebrar una convención de anime en la ciudad, muero por ir y ver qué hay

-¿Y porque yo?

-Porque te dije que te enseñaría lo bueno del anime, no lo que te hizo odiarlo, y está es una de esas cosas

-No se Rubén...- hizo una mueca no muy convencido

-Venga, solo unas horitas, luego podemos planear algo con los chicos

-¿Y no pueden ir uno de tus amigos?

-Mangel tiene que visitar a sus padres y Lolo va con él, Fargan tiene una cita y Juan dice que siempre termina con dolor de cabeza cuando va conmigo- hizo un puchero- Y no quiero ir solo porque seguro me vuelvo a perder- Sam no pudo evitar reír con eso último

-Lo siento Rub, pero no, me sentiría incómodo

-Si te molesta que vaya vestido de algún personaje de anime te cuento que no lo haré, solo iré con mi bandana de Naruto

-No es eso- negó con la cabeza divertido- Es que el ambiente...no me gusta

-¡Por favor Samuel!

-Prometí no ir a una de esas cosas nunca más- se le escapó sin darse cuenta por lo que mordió su labio nervioso

-¿Cómo que nunca más? ¿Fuiste alguna vez?

-Pues yo...

-¿Has ido a una convención de anime?

-No, lo decía porque nunca entraría a una

-Pero hablaste como si hubieras estado en una

-No es cierto

-Si lo es

-No, no lo es

-¿Acaso fuiste otaku en el pasado y ahora me lo ocultas?

-¿Que dices?- Sam rio nervioso- Es solo que...no me gusta la gente disfrazada

-Los evitaremos ¡pero acompáñame!

-Rub...

-O al menos dime porque dices que no volverás a ir

-¡Que no dije eso!- bufo cansado- ¿Sabes? Está bien, iré, pero poco tiempo

-¡Lo juro!- el castaño pegó un brinco desde su sitio- Te abrazaría pero te mancharía toda la ropa

-Déjalo allí- apoyo sus brazos en sus rodillas

-Es genial, si me decías que no le tendría que hacer dicho a otro amigo, pero no estoy seguro si le gusta el anime

-¿Dónde lo conociste?

-Aqui, es cliente frecuente

-Entonces si le gusta, nadie viene a una cafetería de anime si no les gusta el anime

-Me hubiera gustado que lo conocieras, pero hoy no vino

Rub se encogió de hombros siguiendo con su trabajo de amasar y preparar. Sam no le tomo importancia a ese dato que le daba Rubén sobre el chico misterioso, por lo que simplemente lo ignoro y siguió jugando con el medidor.

||Maldito y sensual otaku|| 💮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora