¡[Pedidos CERRADOS!] 𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧𝗦 🌈 The Amazing Digital Circus!

Flor morada ─ Pomni x Tocchi (OC)

Pedido de  OrigamiNerco, ¡gracias por hacer tu pedido! 🤡💞

Tocchi se volvió una parte importante del Circo Digital desde que llegó.

A pesar de ser de las más recientes, estuvo llevando el cambio muy bien. Es más, solía ser ella la que alentaba a los demás y acababa frenando crisis existenciales. Conectó a la perfección con cada uno de los integrantes, hasta los complicados, pero principalmente con una persona.

Pomni.

Desde el día que llegó la bufona, aquella gata de peluche había sido más que su principal apoyo emocional, mucho más. Tocchi había escuchado sus palabras, visto sus lágrimas caer, sentido la calidez de sus manos, la había visto alegre, enojada, deprimida, ansiosa, había tenido la suerte de conocerla. Mientras tanto, Pomni había logrado sacar a la luz el verdadero ser de la gata, había tenido la oportunidad de verla actuar exactamente como su hipotético corazón se lo decía, siendo ella misma, cómodamente, sin temor a ser juzgada.

Claro que llegar a ser tan cercanas les había tomado su tiempo. Al principio de todo, la bufona no confiaba en nada ni nadie, paranoica y aterrada por el nuevo mundo que la rodeaba. La gata quería hacerla entender que el mundo digital no estaba tan mal, cosa que no pudo, pero de alguna manera la ayudó mucho a ser paciente, positiva y a no abstraerse.

A la semana, Tocchi fue a preguntarle a Pomni sobre aquella salida falsa que dijo haber cruzado, y sobre la otra puerta de salida que también dijo haber visto. Sus ojos se iluminaron casi al instante de oír la pregunta.

─ Pero, ¿tú me crees? ¿Crees que hay una salida? ─ Le cuestionó, sorprendida, deseando que no fuera una broma o juego. A lo que ella asintió, segura, sonriente. El viejo cascabel de su cola sonaba mientras ésta se movía, animada.

─ Si entramos aquí, tiene que haber también una salida. Y si dices haberla visto, será por algo, ¿no?

Esa última frase despertó algo en la bufona. Sintió que, tras bastante tiempo, la tomaban en serio, que la creían, que no la tomaban por loca, lo que la hizo realmente feliz. De alguna forma, ya no se sentía aislada. Le explicó su experiencia, y ella escuchó con toda su atención puesta en su contraria.

Eventualmente la confianza creció en la relación de las dos chicas. Pomni comenzó a ser más abierta sobre sus emociones y pensamientos, y las conversaciones se hacían cada vez más largas y cómodas, incluso surgiendo pequeños chistes internos. Todo el mundo sabía que Tocchi era a la que más apreciaba, a la que más se aferraba en diversas situaciones.

Una mala tarde, La gata de peluche decidió ir a visitar a su preciada amiga, ya que había notado que desde hacía varios días se estaba comportando diferente, como si estuviera apagada. La encontró al borde del llanto, hecha bolita con su propio cuerpo, temblando. Preocupada, su primera reacción fue abrazarla, y aunque Pomni de verdad detestaba el contacto físico, se dio cuenta de que el de ella no le molestaba, es más, le agradaba. El abrazo fue correspondido, y lágrimas brotaron de sus ojos sin parar.