*Capítulo 2* Un trato

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*Elías*

Regina regresó malhumorada de su lugar después de la hora de filosofía el viernes. Ya habían pasado cuatro semanas del inicio de clases y el profesor seguía negándose a cambiarlos de lugar.

Se sentó junto a mí y se desparramó en el asiento.

– ¡Odio a ese idiota! –exclamó – ¡Te juro que voy a matar a Gabriel algún día de estos!

Los tres reímos, pero nos callamos en cuanto el profesor de biología entró al salón. Él sacó papeles de su portafolio, arregló sus cosas y luego se paró frente al pizarrón para hablar.

–Durante la siguiente semana quiero que todos trabajen en equipos de cuatro para presentar el proyecto.

–Perfecto –murmuraron Liliana y Regina a la vez.

–Estos equipos de cuatro ya los tengo hechos y apuntados –todo el salón se quejó a coro, él no nos prestó atención –. El primer equipo está conformado por Regina Morales, Elías Fedge –Regina y yo chocamos las manos y soltamos exclamaciones de alegría –, José Fernando Sauce y Gabriel Montoya.

– ¡Agh! ¡No es cierto! –Regina estampó la cara contra el escritorio – ¡Mátame, Elías!

Yo solté una carcajada y ella me saludó con el dedo medio.

– ¿Sabes quién es José Fernando? –le pregunté.

–No tengo idea, algún otro fastidioso –se quejó ella.

Liliana y Cesar quedaron en otros dos equipos distintos, Liliana pasó un buen rato quejándose por esto. Regina también se estuvo quejando, aunque ella por haber quedado en el mismo equipo que Gabriel, yo sólo me burlaba de ella.

Al final el maestro nos pidió que nos juntáramos. Regina se arrastró molesta hasta donde estaba Gabriel, y yo la seguí riendo. Gabriel caminó despistado hacia el centro del salón cuando se separó de sus amigos.

Nunca lo había observado de cerca, y la verdad es que sí era muy guapo. Tenía la piel apiñonada y ojos café, su nariz era recta y sus labios finos. Era muy alto y delgado, y andaba de una manera despreocupada que resultaba bastante atractiva.

– ¿Sabes con quién voy? –le preguntó él a Regina cuando nos acercamos.

–Eres con nosotros, idiota –le respondió ella.

–Ah –Gabriel se pasó la mano por el cabello –. No escuché tu nombre, sólo los de Elías y José Fernando, pero no sé quiénes son ninguno de los dos.

–Yo soy Elías –me presenté.

–Hola –me dijo sin prestarme mucha atención – ¿Y José Fernando quién es? ¿No viene contigo? –le preguntó a Regina.

–Yo soy José Fernando –dijo Jófer, que de pronto estaba parado junto a Regina.

– ¡¿Jófer?! –exclamó Gabriel –Y yo que pensaba que este equipo era malo.

–Pues gracias –murmuré.

– ¿Y cómo creías que se llamaba? –Regina entornó los ojos.

Obviamente Regina tampoco sabía que José Fernando era Jófer, pero ella siempre ha sido del tipo de personas que no pierden una oportunidad para pelear con la gente que no le agrada.

–Eh... ¿Jófer, quizá? –Gabriel rodó los ojos también.

– ¿Quién le pone a su hijo Jófer? –le respondió Regina.

Regina se sentó en la primera silla vacía que encontró, yo me senté junto a ella y Gabriel al frente.

–No saben como me encantaría que dejaran de pelearse por mi nombre –dijo Jófer y se sentó junto a Gabriel, que lo vio con cara de pocos amigos.

Como zurdos en mundo de diestrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora