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La suave y fría brisa de las dos de la tarde se cuela por la ventana, elevando así las oscuras cortinas, los pequeños rayos de luz que logran entrar a la habitación iluminan directo a su rostro  después de girarse sobre la cama aún dormido, interrumpiendo así su sueño. Arruga la nariz y aprieta los ojos por el brillo a través de sus párpados, que aún se sienten demasiado pesados como para abrirlos. Suelta un quejido mañoso y hace un puchero volviendo a girarse para evitar la luz, casi como un niño pequeño cuando su madre va a despertarlo temprano para ir a la escuela. Tira de las frazadas hasta taparse por sobre la cabeza, sintiendo frío ya que sus sentidos están nuevamente conscientes. Se hace bolita acostado, sin ánimos de levantarse a cerrar la ventana.

Sin embargo no puede volver a conciliar el sueño, y pequeños flashes de lo que pareció ser un sueño regresan a su mente. Soltó un gruñido de desesperación y hastío; siempre es lo mismo después de una borrachera. Al abrir los ojos repentinamente, tan rápido como llegan las imágenes, también se van, cerrando los ojos con fuerza y provocándole dolor de cabeza, una punzada, como si estuvieran martillando su cráneo con clavos de construcción sin punta, volviendo así su mente a una pantalla en blanco sin saber qué sucedió realmente la noche anterior y qué fue parte de su imaginación. Se giró nuevamente hasta estar mirando hacia el techo, estirando sus piernas otra vez. Abrió nuevamente los ojos, esta vez más lentamente, pero la punzada se hizo más aguda cuando la luz ahora más directa e intensa debido a su posición entró en sus ojos sin tener la tela de sus párpados de por medio, lo que lo obligó a cerrarlos de golpe nuevamente. 

Un extraño deje de tristeza se posó en su pecho, sumándose al dolor en su cuerpo; era como si hubiera perdido algo importante, un momento o a una persona que le hace o hacía feliz, algo que últimamente se repetía seguido en las mañanas. Soñaba cosas y luego simplemente no recordaba nada, se despertaba con desesperanza y dolor emocional desconocidos y sin razón aparente.

No quiere moverse, su cuerpo se siente pesado y dolorido; el sabor amargo sigue en su boca y no sabe si es el alcohol o la amargura de nuevamente despertar solo en esa casa gigante para volver a su rutina de mierda que tiene desde hace varios meses. Quiere vomitar, pero no es por la resaca, sino por lo asqueado que se siente de sí mismo y de lo que se ha vuelto su vida. Es como si estuviera escrito que él no puede ser simplemente feliz, o estar tranquilo. 

Realmente debió ser un hijo de puta muy grande si este es su karma.

Observa el techo, por largos minutos, realmente no tiene ánimos de levantarse, quizá todo esto es un cuadro depresivo o algo similar, la verdad es que no importa, está demasiado cansado como para preocuparse por ello. Últimamente todo parece demasiado difícil y requiere de demasiado esfuerzo, incluso levantarse de la cama o hacer algo de comer. Ha notado que a veces incluso deja de respirar, y al contrario de cómo debería, no siente que le falta el aire, sino que se siente extrañamente en paz, sin ánimos de volver a inhalar, hasta que su cuerpo reacciona nuevamente y vuelve a activar su respiración automática. Tal vez se ha descuidado a sí mismo por completo, pero al menos aún se hace cargo de sus aseo personal básico, debe ser suficiente con eso ¿verdad?

Perezosamente se levanta de la cama, con un quejido por el dolor de sus costillas, el mareo se apodera de él; odia la resaca. Va al baño conjunto a su cuarto para tomar una pastilla y así aliviar sus malestares, al menos los físicos. Nota en su espejo que aún lleva la misma ropa de anoche y realmente no le interesa, se moja el rostro en un intento por quitar el cansancio de su mirada, sin resultados, las oscuras bolsas bajo sus ojos siguen ahí, y su mirada sigue igual de apagada y desconectada.

Se seca la cara levantando la parte delantera de su camiseta, sin ánimos de buscar una toalla. Sale al balcón, la brisa no es fuerte, pero sí lo suficiente para remover sus cabellos ahora despeinados y rebeldes, el ambiente es cálido, mas no caluroso, parece avecinarse una lluvia, poco y nada le importa la verdad. Decide sacar un cigarrillo, había vuelto a ese vicio cuando terminó lo de Vecna, irónicamente al terminar todo ese asunto se sentía más ansioso que mientras luchaba con todos esos monstruos Inter dimensionales.

Bat Love | steddieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora