Heredero - Draco Lucius Malfoy Black (Hiatus)

III - Heredero

La Tour - Bosque en Escocia
06/06/86
12:09 a.m

El dolor de cabeza regreso en cuanto su mente empezó a despertar ¿Estaba dormido? No lo recuerda, en absoluto. Trato de levantarse y abrir los ojos, ahora ya no era el dolor de cabeza, ahora era un dolor agudo en todo su cuerpo.

Se sentía cansado, de verdad que muy cansado, tanto que incluso abrir sus ojos le causaba más cansancio. Aun así, se obligó a abrirlos, tenía que saber que había pasado.

Por fin pudo abrir los ojos, pero la confusión estaba en el ¿donde estaba? Era una habitación qué no había visto jamas en su vida ¿Qué había pasado?

Mientras estaba inspeccionando la habitación con la mirada, noto una sábanas y almohadas tiradas en el piso. Todavía estaba cansado, pero se obligó a pararse y ver que había debajo de las sábanas.

A paso lento llego hasta las cobijas, se arrodilló lo más lento que pudo para no lastimarse, de repente escucho el sonido de respiraciones y pequeños ronquidos, provenía de ¿debajo de las cobijas?

Draco se hizo una idea de quien o quienes podrían estar debajo de ese bulto de cobijas. La idea vino sola a su mente, arrancaría la cobija de golpe y les asustaría. Pensar en eso le hizo sonreir, oh y la malicia escrita en sus ojos. Le iban a pagar a Draco todas las bromas qué le hicieron.

Si previo aviso, quito las cobijas de un tirón rápido, observó como sus primos se despertaban por la acción tan repentina y se le ocurrió algo de nuevo. Cosquillas.

Rápidamente se acercó a ellos y les empezó a hacer cosquillas a Matías y a Matiús, qué eran gemelos y por un año mayor a Draco. Las carcajadas de histeria no se hicieron esperar, mientras los otros se despertaban más debido a los ruidos de Matías y Matiús.

Los dejo rápidamente para pasar a sus siguientes víctimas, Leo y su hermana Ortamis. Las risas de Matías y Matiús se remplazaron por las de Leonora y Ortamis.

Los demás, captaron la idea de Draco rápidamente y se pusieron en marcha con venganza escrita en sus ojos, ahora esto era la guerra.

Ortamis y Leo le pedían a Draco qué parara, en nulos ruegos. Draco estaba disfrutando el momento, cuando de repente sintió dos almohadas pegarle, desconcentrandolo y dejando a Ortamis y Leo, los cuales se escaparon en cuanto pudieron.

Draco se dio vuelta y los vio, a todos sus primos parados, almohada en mano, se le borro la sonrisa, estaba perdido. El grupo estaba liderado por sus primos mayores, de verdad estaban todos ahí, hasta los mayores, qué alcanzaban los 12 años ya. ¿Como es que todos estaban metidos bajo las sábanas? Estaba seguro que jamás lo sabría. En un intento de defenderse, agarro dos almohadas detrás de él. Mando una mirada desafiante a sus primos en cuanto estuvo parado, su dolor de cuerpo olvidado, sus primos le respondieron de igual manera. Sí, estaba perdido.

La batalla comenzó, golpes de almohadas de plumas, gritos, caídas, el rechino de la cama, cuando algunos se subieron para saltar de ella y atacar mejor.

Por Merlín, esto era una masacre, Draco ni se miraba de entre tanto, al poco tiempo, todos se estaban atacando entre todos, sudorosos, sonrientes y con adrenalina recorriendo sus cuerpos, olvidado la principal causa del juego.

Todos estaban esparcidos por la habitación grande, unos en la cama, otros en las esquinas, otros en medio, era un relajo a decir verdad. Uno estaba parado justo en frente de la puerta, era Julias, un primo de dos años mayor que Draco. El niño fue golpeado fuerte por la puerta que se abrió repentinamente, dejando ver a los adultos.

Los demás se congelaron incluso Draco, pero reaccionaron cuando se dieron cuenta de cómo estaba Julias y fueron a socorrerlo. Los adultos no entendieron porque los niños corrían hacia ellos, hasta que vieron que era detrás de la puerta que iban.