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Daemon: Tomemos un trago -Sonrió, notando que ella no respondía- ¿Estas ignorando a un príncipe en su celebración?

Lerya: No bebo -Murmuró para que no escuchara claramente su voz.

Daemon: ¿Por que? El trago después del sexo es lo mejor del mundo -Le lanzó una mirada traviesa bajándole la capucha, para revelar su cabello- Oh, este cabello... ¿Cómo es de dos colores? ¿Eres mitad Targaryen? ¿Acaso mi hija perdida? Si me lo dices, prometo no matarte; solo te usaré para enfurecer a mi hermano.

Lerya: Sonrió levemente- ¿Siempre eres tan molesto cuando estás borracho?

Daemon: Es que no sé cómo sentirme -Tomo otro vaso de alcohol- Mi cuñada era agradable pero estoy feliz de volver a ser el heredero.

Lerya: Lo miro sorprendida- ¿Según quien? Aun están las princesas.

Daemon: Una mujer no puede gobernar.

Lerya: Bufó con un toque de enojo- ¿Quieres que te demuestre lo equivocado que estás?

Daemon: ¿Qué? ¿Crees que solo porque te llaman 'Ángel' puedes gobernar?

Lerya: Negó levemente- Nunca desearía algo que sé que no es mío. En cambio, tu necesidad de reconocimiento parece llevarte a tomar decisiones imprudentes, como venir a celebrar el día del funeral de la reina.

Daemon: Y tú a robar -Sonrió de manera juguetona- ¿Crees que hablando en clave, no me daría cuenta por estar borracho?

Lerya: Sonrió- Puedes hablar con quien quieras, pero muy pocos conocen mi cara y nadie sabe mi identidad.

Daemon: Acercó sus rostros- ¿Debería quitarte esa mascara?

Lerya: No intentes jugar con fuego, príncipe.

Daemon: Que irónico por que soy un Targaryen, pero a veces el fuego es justo lo que necesito para encender las cosas.

La besó sobre su máscara, haciendo que la chica se pusiera nerviosa, pero antes de que ella pudiera apartarlo, él cayó desmayado en su hombro.

Aunque la taberna estuviera llena de gente, Lerya sintió que el silencio se apoderó del lugar y solo podía escuchar su corazón latiendo con intensidad. Ver a su tío de esa manera la hizo sonreír tontamente y un sentimiento de emoción la inundó, hasta que un pensamiento pasó por su mente aclarando sus emociones.

Lerya: Rowan tenía razón... Me gustas -Susurró sabiendo que no lo recordaría- Me gustas mucho, tío Daemon. 

Sin darse cuenta, había empezado a llorar y aquellos sentimientos de felicidad habían desaparecido a uno de vació. No sabía por que se habían generado pero no podía parar de llorar.

Mark: Mi Lady ya tengo todo, podemos irnos -Llego con la mujer pero se acercó corriendo al verla llorando- ¿Qué pasa? ¿Te hizo algo? ¿Te duele algo?

Lerya: Yo... Estoy feliz.

Mark: ¿Que?

Lerya: Mi mamá acaba de morir y yo estoy aquí, feliz -Sollozo- Soy una mala persona ¿Cierto?

 ─ Mark: Se arrodilló frente a ella- Escucha, todos experimentamos el duelo de manera diferente así que no hay una forma "correcta" de sentirte en momentos así. La muerte de tu mamá es una pérdida enorme, y está bien sentir dolor, pero también está bien permitirte encontrar algo de alegría en otras cosas. No te juzgues tan duro.

Born To DieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora