Cap 9: Guardianes y el Fruto

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En la galaxia del imperio Hellghast, se podía ver a Hank, Hellmann y Markor en el planeta de Plutón investigando las ruinas de la civilización Onirica.

- Como diablos no nos dimos cuenta de estas ruinas - dijo Hank.

- Estaban bien escondidas, yo las encontré gracias a que siempre estaba explorando el universo o bueno, nuestra galaxia - dijo Markor.

- Los controles se están volviendo locos, hay una gran energía por aquí que está interfiriendo con los controles - dijo Hellmann al ver que sus aparatos estaban fallando.

- Bien, nos estamos acercando entonces - dijo Hank.

Los tres continuaron caminando por lo que alguna vez fue una ciudad de gran importancia, para después llegar a una especie de templo.

- Los controles de los aparatos están alterados, es de aquí que emana la energía - dijo Hellmann.

- Entremos entonces - dijo Markor con su fusil de energía listo.

Rápidamente comenzaron a abrir las puertas, pero de la nada, una gran energía comenzó a salir de estás alertando a Hank

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Rápidamente comenzaron a abrir las puertas, pero de la nada, una gran energía comenzó a salir de estás alertando a Hank.

- Esperen, eso es...

No pudo terminar pues cuando las puertas se abrieron en su totalidad, una oleada de energía los golpeo a los tres tumbando los y quedando inconscientes.

Una hora después.

Los tres comenzaron a despertarse desorientados.

- Alguien vio la matrícula del auto que me atropello - dijo Markor agarrándose la cabeza.

- Me duele la cabeza, pareciera como hubiera ido a una fiesta con Erwin y Hermann y hubiéramos bebido todos los licores del lugar sin compasión - dijo sosteniéndose la cabeza.

- Ya somos dos, no me había dolido tanto el cuerpo desde que ese mortero de la ISA me dio

- Si, esperen, donde está mi fusil - dijo Markor para ver si fusil a unos centímetros de él.

Cuando intento tomarlo, el arma floto hasta su mano.

-... Que diablos - dijo viendo lo que acaba de hacer.

- Como hiciste eso - dijo Hank, para después apoyarse en una roca, pero en eso, su mano comenzó a brillar al igual que su cuerpo.

- Pero que?! - dijo, pero al momento de alejarse, un disparo de energía salió de su mano destruyendo la roca.

- Señores, no son los únicos - dijo Hellmann mientras hacía levitar una roca en su mano.

- ¿Cómo diablos podemos hacer eso? - dijo Markor.

- No lo se, pero hay que investigar esto, devolvamonos a la nave, vamos a Secta para ver que nos pasó - dijo Hank, para retirarse junto a los demás.

Con Kessler y Radec.

Ascención: Guerra imperial GalacticaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora