La luz que entraba por la ventana se reflejaba en la cara de San en un juego de luces y sombras.
Wooyoung se quedó mirándole, incapaz de moverse, su cuerpo aún rígido tras haberse despertado de golpe. Anoche no había tenido intención de quedarse dormido y cada minuto que San había pasado en el baño solo había hecho que su rabia se fuera transformando en culpa y que esta creciera en su estómago hasta casi asfixiarse. Había sido un auténtico gilipollas con él. Pero, ¿de qué iba? Nunca había sido un abusón, ¿qué le habría hecho comportarse así? Debería bastarle con saber que ahora le iba mejor que a San.
No quería ser este tipo de persona. Cada vez que se acordaba de cómo San había abierto los ojos por la sorpresa, cómo había palidecido y cómo se había quedado sin saber qué decir, él, que siempre era tan resuelto hablando, a Wooyoung se le revolvía otra vez el estómago de la culpa que sentía.
Sacó una pierna de debajo de la colcha y se fue deslizando muy despacio hasta el borde de la cama. Lo último que quería era despertar a San, aún no estaba listo para enfrentarle. Necesitaba darse una ducha y pensar en cómo proceder. Necesitaba disculparse, de eso no había duda, pero le estaba costando hacerlo, porque San tampoco se había disculpado por todas las putadas que le había hecho en el pasado.
Con el estómago en la garganta, Wooyoung consiguió poner un pie en el suelo de madera y lo usó como palanca para levantar el resto de su cuerpo. Con solo ver a San ahí dormido, tan cerca de él, ya le cambiaba hasta la respiración. ¿Estaría en ropa interior debajo de la colcha? De cintura para arriba estaba desnudo, mostrando esos pectorales musculosos y, aunque la culpa le empujaba a alejarse de él, también se imaginaba a sí mismo acercándose más y usando ese pecho como almohada.
No pudo evitarlo y, ruborizándose un poco, levantó la colcha para echar un vistazo. San llevaba puestos los pantalones del pijama Calvin Klein que le había comprado ayer: grises, lisos y con una ancha goma que se ceñía a la altura de las caderas. La cintura le quedaba lo suficientemente baja como para revelar la parte superior de su culo.
Wooyoung bajó la colcha y de puntillas, se dirigió al baño quitándose la camiseta sobre la marcha. Una vez dentro, cerró la puerta, respiró hondo y apretó la camiseta contra su pecho. En el aire se respiraba un fuerte aroma a flores, lo que hacía la situación aún más extraterrestre, porque Wooyoung odiaba las flores —bueno, los cactus sí le gustaban— y su apartamento jamás olería así.
Durante un segundo se le pasó por la cabeza que a San podría gustarle el olorcillo floral y, entonces, se olió la camiseta: apestaba. Pero era normal, con lo nervioso y cabreado que había estado todo el día había sudado como un cerdo y la discusión que habían tenido por la noche lo había empeorado.
Tiró la camiseta al suelo y se metió en la ducha, que era tan grande que podría acoger perfectamente a tres hombres adultos, en caso de que esos tres hombres estuvieran desesperados por ahorrar agua y decidieran ducharse juntos.
Estaba preparado para el chorro de agua fría que le caería, pero aún eso le sorprendió. Se lo merecía tras todo un día de disfrutar de besitos, caricias y motes cariñosos.
Woonie. Solo su madre le llamaba así. Incluso su exnovio había insistido en usar su nombre completo. Pero había sonado tan dulce de labios de San... Cada vez que le había llamado así, la calidez se había filtrado en su cuerpo: cuello, espalda, pecho y polla. La misma por la que ahora se deslizaban esas gotas de agua haciendo su camino hacia el desagüe bajo sus pies. Había sido muy duro resistirse a los gestos y a las dulces palabras de San, que no solo habían afectado a su entrepierna, sino también a su corazón.
Ni de coña se liaría con alguien como Choi, alguien que, probablemente, lo pisotearía una vez hubiera conseguido lo que quería de él. Igual que en el instituto. La gente no cambiaba y Wooyoung era la prueba de ello.
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Perfect Man |Woosan|
FanfictionCuando Jung Wooyoung para en una vieja y destartalada gasolinera y se encuentra con Choi San -abusón de instituto y amor platónico, todo en uno- cree que por fin las estrellas se han alineado a su favor y que podrá tener su esperada venganza de una...