CATORECE

647 27 0
                                    

♠️ SENTIMIENTOS ♠️

Salgo del edificio con la intención de ir a buscarla, desde ayer no me contesta las putas llamadas y no he podido dormir, no sin saber que algo le pudo haber pasado, Quise llamarle a su padre y preguntar por ella, quise salir e ir a buscarla a su casa, quise hacer tantas cosas y terminé haciendo nada por miedo.

Me duele la cabeza, estoy molesto y a la vez preocupado, joder. Esa chiquilla me vuelve loco en todos los putos aspectos. Al estar cerca visualizo su figura acelero para llegar a donde ella se encuentra, bajo el vidrio y le hablo.

—Sube. —ordeno con voz gruesa.

Hace caso omiso y sigue su camino. Pero que mierda, esas son estupideces, por una parte, me calmo al ver que se encuentra en buen estado, ella está bien y eso me tranquiliza. Respiro profundo y vuelvo a hablar.

—He dicho que subas, Maia. Sube al auto. — el tono de mi voz fue más elevado y logré llamar su atención.

—¿Qué sucede? —me cuestionan sin regresarme la mirada.

Esta distante y no me agrada nada de esto, con esa actitud puedo dejar los sentimientos aún lado, bien no me preocuparé tanto al respecto, han de ser problemas de adolescentes.

—Anoche te marque más de una maldita vez y no me contestaste, quería saber la razón, necesitaba tenerte entre mis piernas anoche. Maia. —voy al grano no necesito darle vueltas al tema, solo debe ser sexo.

—¿Estabas preocupado? —cuestiona con brusquedad.

La pregunta me toma por sorpresa, mierda. Claro que estaba preocupado por ella, pero no debe saberlo. Me quedo callado y ella interpreta mi silencio.

—Estaba ocupada, tenía cosas que hacer Leonardo, no puedo estar siempre a tu disposición. —menciona cortante y las cosas no están saliendo como quisiera.

—Sube al auto, necesito ir al departamento. Necesito...

Necesito tenerte conmigo, necesito estar contigo.

—No quiero, debo ir a la universidad, nos vemos luego. —menciona secamente, su actitud me duele un poco.

No voy a ir detrás de ella, no pienso rogarle a una chiquilla malcriada. Si quiere portarse de esa manera que lo haga, no necesito estar con ella. Debo alejarme de ella, no debo necesitar de nadie, mucho menos necesitar amor de su parte.

Tomo el camino a las oficinas, necesito hablar con Max acerca de usos asuntos, las cosas están saliendo mejor, sus problemas se están solucionando y mi tiempo límite esta por agotarse.

Está cerca el momento en que debo irme de esta ciudad y dejarlo todo, dejarla a ella.

Más tarde decido volver a intentarlo. Estaciono el auto esperando a que salga de la escuela.

—Maia, sube al auto. No quiero volver a repetirlo. —ordeno, no pienso irme sin ella.

—Debo llegar a realizar un proyecto o si no, suspenderé la materia. No vemos luego. —responde de mala gana, de nuevo con su maldita actitud.

—Maia, sube te llevaré a casa.

—No es necesario, gracias. —responde de manera brusca y seca.

—Maia...—antes de que pueda seguir hablando sube al auto.

—Bien, quieres llevarme a casa llévame. —suelta de repente cruzando los brazos

—No sé porque estás molesta pero no tienes por qué pagarla conmigo, yo no tengo la culpa de que vayas a suspender tu materia ¿Vale?

—Perdón, no tienes la culpa. ¿En serio? —me mira por primera vez a los ojos y siento su molestia— Me llamas siempre para tener encuentros, y dejo los trabajos botados para verte Leonardo.

Joder. Bronca por mi puta culpa, no le estoy haciendo bien, esto no va bien.

—Esa no es mi culpa. Es tu responsabilidad Maia, yo no dejó mi trabajo botado para verte—Intento voltear la situación para evitar mencionar cosas que no debo.

—Claro que es mi responsabilidad, así que te pido que cuando te diga que estoy ocupada no insistas más o al menos me dejes hablar antes de colgar el maldito teléfono.

Esta enojada, eso sin duda, las cosas no van bien con ella, no le hago bien y debo replantearme muchas cosas al respecto.

—No, no me vengas con eso Maia... Yo soy responsable con lo mío, aprende eso... ¿A caso dejo todo a un lado por ti?

—Por supuesto que no, porque siempre que llamo estás ocupado en reuniones, terminado proyectos, o comiéndote a tu secretaria. Pero no tienes tiempo para mí, pero yo si debo tener tiempo para ti ¿No?

Joder, me vio. Y ahora comprendo todo el asunto, algo nuevo se instala en mi pecho. Le falle, la traicione y la he lastimado.

—¿Cómo?, ¿Que acabas de decir Maia? —detengo el auto a una cuadra de su casa.

—Que no tienes tiempo para mí, o estás ocupado en tu trabajo o fallándote a tu secretaria.

—Maia...—mierda, no sé qué decirle. ¿debo pedirle perdón? Al final no somos nada.

—Ayer escuché, no me contestaste por eso, quería verte y follarte en tu jodida oficina, pero cuando llegué...

—Sin exclusividad Maia, en eso quedamos. —sin involucrar sentimientos, solo follar. Me lo repito a mí mismo.

—Lo sé, lo sé, y por eso no te reclamé porque no puedo hacerlo porque no tengo el derecho...pero...

No puedo dejar que esto siga, no puedo permitirme hacerle más daño, no puedo.

—Pero nada...

—Estoy... creo que estoy enamorándome de ti —la miro de inmediato—, y no puedo seguir diciendo que solo es sexo y que no me afecta que te encuentres con otras mujeres. Quiero tener exclusividad, quiero que dejemos esos papeles a un lado. Y que seamos tú y yo. Solamente tú y yo, Leo.

Ella no puede estar enamorada de mí, no puede. No debe.

—No, Maia, esto no puede pasar, no puedes enamorarte. Joder, Maia —me altero y subo un poco la voz, No puede, no debe quererme— te dije que solo sería sexo, el acuerdo se termina. Ahora.

Todo debe acabar, debo terminar con esto, es lo mejor para ella.

—Si es lo que quieres. Se acaba en este momento, Leonardo. Que te vaya bien. —sale del auto y me marcho de ese lugar.

No puede, mierda. No puede estar enamorada de mí, no puede quererme de la misma manera que lo hago yo, no puede tener sentimientos hacia mí, no joder, soy una mierda de persona para ella, soy mayor, soy el puto mejor amigo de su padre.

Esto no puede estar pasando, solo tenía que ser sexo, todo se me fue de las manos. Todo se fue al carajo. 

Menor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora