SEIS

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 ♠️ CAÍMOS EN LA TENTACIÓN ♠️

—Leo...—pronuncia entre un suave gemido, sus dedos siguen en su intimidad, entran y salen.

Realmente estoy disfrutando la maldita vista, tremendo espectáculo.

—Mierda. —susurro.

Joder, no pienso desaprovechar la oportunidad que se me está presentando. Entonces sin razonar doy la vuelta, y cierro la puerta. La tomo de sus tobillos y la jalo hasta la orilla de su cama. La quiero follar.

Trago saliva mientras observo su maravilloso cuerpo, me apodero de sus pechos. Mis manos realizan una de sus actividades favoritas, la toco, la masajeo, le doy la maldita atención que merecen.

Chupo de ellos, juego con ellos. Escucho sus jadeos y la excitación crece dentro de mí, necesito complacerla, darle placer y que nunca se olvide de lo que le hago sentir. Bajo despacio dejándole besos en su abdomen, sus manos son inquitas y las mías igual.

Bajo lentamente hasta llegar a mi zona favorita, lentamente me acerco dejando roces con mis labios en sus labios, en sus muslos, en su monte de venus. Joder, es exquisita.

Sin pensarlo adentro un dedo en su cavidad, después introduzco un segundo, y por qué un tercero no....

—¡¡Ah!! Leonardo...mierda. —suelta de repente. Sus jadeos y gemidos son tan disfrutables.

Quiero que disfrute, que sienta más que deseo y placer, saco mis dedos para complacerla con mi lengua, mis manos buscan sus pechos, necesito jugar con ellos, masajearlos, su mano jala de mi cabello...está cerca. Resiste un poco más chiquilla, solo un poco más, sus gemidos son cada vez más sonoros, sus jadeos levanto la vista para observarla venirse, nuestras miradas chocan.

Joder. Me levanto de inmediato, si estoy más tiempo cerca de ella no podré controlarme y la terminaré follando. Y joder...cuanto lo quiero.

Tomo mi distancia, sin embargo, ella no me ayuda en mucho, se levanta de la cama, se acerca a mí con la mirada llena de deseo.

—Maia...—le advierto.

No puedo darme el gusto de meterme en líos, de follar a la hija de mi amigo...no puedo, aunque lo quiera.

Al llegar a mi coloca sus manos en mis hombros, de inmediato me tenso. Comienza a bajar lentamente mientras juega con los botones de mi camisa, trago duro mientras la observo...peligro.

No quiero detenerla, quiero follarla. A la mierda todo. Voy a follarla.

Mi mirada se posa en sus labios, sin más se acerca a mí, nuestras bocas se juntan. Se buscan, sus manos comienzan a descender a ocuparse de mi bragueta, se deshace se lo que le estorba. Coloco mis manos en sus caderas, y joder cuando su mano se apodera de mi miembro mi agarre se vuelve más fuerte.

Jadeo inconscientemente. Su mano deja de hacer tal cosa y sin más me lleva a la cama. Ella.

Quedo desnudo ante ella. ambos estamos desnudos, la habitación huele a sexo, y joder, es una puta maravilla tenerla para mí.

Se arrodilla lentamente. Mierda, como me excita esta chiquilla. La observo, una y otra vez. Abre la boca y se mete una parte, cierro los ojos con la primera chupada, su lengua hace un buen trabajo...poco a poco se adentra más en ella, poco a poco hace que la desee más de lo normal.

Jadeo, gruño una y otra vez hasta venirme en su puta boca. Se lo traga todo, se levanta lentamente, mientras yo caigo rendido en la cama, explote.

—Leo...—susurra. —quiero que me folles. Que me folles duro, sin piedad alguna. —joder, claro que sí.

Quiero follarte, darte tan jodidamente duro.

La miro, no quiero que después se arrepienta de lo que pueda suceder dentro de esta habitación, más de lo que ya sucedió.

—Solo una vez, sé que tú igual quieres. Solo será sexo, solo esta vez...por favor. Solo hazlo, solo fállame. —sus suplicas, joder. La tomo de las caderas haciendo que gire.

La beso con ganas, un beso que me permite imaginarme más de lo que debo. Mis manos se vuelven a apodera de sus pechos y lentamente ajo a su sexo, le daré lo que pide.

De manera rápida busca un condón y me lo coloca de manera experta, sin más la penetro de una sola estocada y comienzo a follarla a mi manera.

—No eres...—le digo entre jadeos, joder.

—No...—susurra besándome —Mas rápido... —suplica.

Al escuchar sus suplicas, aumento la velocidad, beso su cuello, pecho, senos, mis manos juegan con ellos. Sus jadeos me prenden cada vez más, sus manos se encuentran en mi cuerpo, me está tocando. Mierda.

Aumento la velocidad de mis estocadas, profundas y duras, la levanto de la cama aferrándome de sus caderas, la coloco en la pared, aumentando la velocidad, incrementando la fuerza y sus jadeos y gemidos aumentan, cada vez más.

—¡¡Ah!! Leo...así, necesito más de ti...así, sigue así.

Me lleva de nuevo a la cama, este juego se está saliendo de control. Ahora ella está encima de mí, una vista deliciosa. Me apodero de sus pechos al tenerla encima de mí, sus movimientos son a su manera y no me molesta en lo absoluto su puto ritmo.

—Joder...Maia...voy a....—le hago saber a medias

—Hazlo, hazlo junto conmigo, hazlo conmigo encima... —me besa con ganas, con muchas ganas.

Unos últimos movientes y nos venimos juntos. Joder.

—Fue...wow....increíble. —suelta en voz baja, y claro que lo fue.

—Lo fue...fue más que eso...fue exquisito, mierda Maia eres increíble. —le hago saber, tiene que saberlo.

Esto no puede volver a suceder, no puede. 


Menor que yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora