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Park Euijoo, a sus trece años de edad, experimentó lo que era el amor de verdad. Su mamá solía contarle historias de personas que se enamoran y tienen un final feliz en el que forman una familia hermosa, Euijoo solía creer esas historias hasta que entró a la adolescencia a sus once años, y comenzó a creer que era una estupidez desvivirte por una persona que al final termina mintiendote y engañandote.
Pero cuando cumplió doce años y entro a la escuela secundaria de Seúl conoció a Wang Yi Hsiang, un estudiante de intercambio que venía de Taiwán, dos años mayor que él para ser exactos. Al principio a Euijoo no le interesaba para nada, el se concentraba en lo importante, mantener su promedio de diez y nueve, no fue hasta que comenzaba a oír sobre el nuevo estudiante de intercambio de la boca de sus molestas compañeras de clase, hablando todo el rato de lo increíble y guapo que era este, mientras que los chicos decían lo fantástico y atlético que se veía, Euijoo creía que estaban exagerando y simplemente los ignoraba.
Así como se desvivia por su promedio, también solía salir con los chicos guapos y adinerados que lo invitaban, pero nunca pasaba de la primera cita, pues Euijoo era alguien difícil de conquistar, era un chico materialista y prefería mil veces un regalo caro que un ramo de rosas (excepto si el ramo era gigante o llevaba una caja con un anillo caro), Park Euijoo solía fijarse en la billetera y cuenta de Banco de sus pretendientes.
Pero cuando conoció a Wang Yi Hsiang, no se fijó en eso, sino en su lindo físico y su única e increíble personalidad, cuando su corazón comenzó a latir cuando lo veía supo que era amor de verdad, porque con el no le interesaba solo el dinero.
─ Eunie ─llamó el chico a su lado, pasando su mano por enfrente de su cara, llamando su atención.
─ ¿Sí? ─contestó, después de volver en si a la película que estaba viendo en su habitación con su novio.
─ Te quedaste viendo a la nada de repente ─contestó, sentándose en la cama y llevando el vaso de refresco a sus labios dándole un sorbo─. ¿Estás bien? Si tienes sueño y estas cansado, podemos verla otro día mi amor.
─ No, está bien, podemos seguir viendo la Yi ─hablo frunciendo levemente su nariz, provocando que Nicholas riera por esto.
Amaba que Euijoo fuera así de tierno y frágil con el, porque lo hacía solo con él y eso le hacía sentir calido. Cuando entró de intercambio a la secundaria y conoció a Euijoo supo que había conocido al amor de su vida, hasta que uno de sus compañeros de clase, Hikaru, le dijo que tuviera cuidado con Park Euijoo, porque era un chico al que solo le interesaba el dinero y lo material. Aún así, Yi Hsiang no se lo creyó del todo, y seguía acercándose y conviviendo con el chico, amando cada segundo con el.
Y dejó de creer todo lo que decían de Euijoo cuando este comenzó a actuar de forma linda y posesiva con él, queriendo que nadie más estuviera serca suyo y abrazandolo y besando su mejilla en público, algo que era imposible de creer del mismo Park Euijoo.
