La rutina diaria de Jungkook estaba marcada por una constante mezcla de responsabilidades y agotamiento. Cada día, tras largas horas en la cocina, se encontraba deseando solo descansar y pasar tiempo con su hija. A pesar de su esfuerzo por equilibrar el trabajo y su vida familiar, la realidad era que sus días parecían estar llenos de tareas interminables y falta de tiempo.
Seokjin, su amigo y compañero, se había convertido en una pieza fundamental en su vida. Se encargaba de recoger a Soomin del jardín de infancia y la acompañaba al parque cuando Jungkook no podía. Era un alivio tener a alguien en quien confiar, y a pesar de que Seokjin era más joven que él, su dedicación y apoyo eran invaluables.
Un día, mientras Jungkook terminaba su turno en el restaurante, recibió un mensaje de Seokjin informándole que había llevado a Soomin al parque cercano. La noticia le trajo una pequeña chispa de alegría en medio de su cansancio. Aunque sabía que el tiempo que podría pasar con su hija sería breve, quería aprovecharlo al máximo. Se dirigió al parque con la esperanza de que el aire fresco y la compañía de Soomin le brindaran un respiro de su agotadora rutina.
Cuando llegó al parque, vio a Seokjin sentado en un banco, mirando a Soomin jugar en el área de juegos. Taehyung también estaba allí, observando desde una distancia. Jungkook se sintió un poco incómodo al ver a Taehyung en el parque, pero decidió ser cordial. No había una razón específica para su incomodidad; simplemente no estaba acostumbrado a encuentros inesperados.
— Hola, Seokjin. —dijo Jungkook mientras se acercaba, notando el cansancio en su voz—. Gracias por traer a Soomin. ¿Cómo ha estado?
— No hay problema, Jungkook. —respondió Seokjin con una sonrisa—. Ella ha estado genial. Taehyung se ha quedado un rato para acompañarnos. Ha sido muy amable.
Taehyung, al escuchar su nombre, se volvió y vio a Jungkook acercándose. La expresión en el rostro de Jungkook era una mezcla de cansancio y cautela. Taehyung se levantó del banco y caminó hacia ellos con una sonrisa amistosa.
— Hola, Jungkook. —dijo Taehyung—. No esperaba verte aquí.
— Hola, Taehyung. —respondió Jungkook, intentando sonar cordial—. ¿Cómo estás?
— Todo bien, gracias. Solo estaba dando una vuelta y vi a Soomin jugando. Decidí quedarme un rato para disfrutar del buen tiempo.
Soomin, al notar la llegada de su padre, corrió hacia él con entusiasmo. Sus pequeños pies se movían rápidamente mientras llegaba a los brazos de Jungkook. A pesar del cansancio, Jungkook se inclinó para recibirla y la levantó con cariño.
— ¡Papá, mira lo que hice! —dijo Soomin emocionada, mostrándole un dibujo que había hecho en el parque. Era una colorida mezcla de flores y formas que había creado con la ayuda de Taehyung.
Jungkook observó el dibujo con una sonrisa genuina. Era evidente que Soomin había disfrutado de su tiempo en el parque y que el apoyo de Taehyung había sido significativo.
— Es un dibujo hermoso, Soomin. —dijo Jungkook—. Gracias por mostrármelo.
— Taehyung me enseñó a hacer estas flores. —dijo Soomin con orgullo—. ¡Es un gran maestro!
Taehyung se acercó a ellos, con una sonrisa modesta en su rostro.
— Solo le di algunos consejos. Ella es muy talentosa. —dijo Taehyung—. Ha sido un placer pasar tiempo con ella.
Jungkook asintió con gratitud, pero notó que Taehyung parecía un poco incómodo. Decidió aprovechar el momento para romper el hielo y aliviar la tensión.
— Gracias por tu ayuda, Taehyung. No he podido estar mucho con Soomin últimamente debido al trabajo. Tu amabilidad ha significado mucho para mí.
Taehyung sonrió, sintiendo una oleada de alivio por la sincera gratitud en las palabras de Jungkook.
— No hay de qué, Jungkook. Entiendo lo difícil que puede ser equilibrar el trabajo y la familia. Los momentos que puedes pasar con Soomin son preciosos.
Mientras conversaban, Jungkook se dio cuenta de que la conversación fluía más naturalmente de lo que había anticipado. La presencia de Taehyung, aunque inicialmente incómoda, estaba comenzando a sentirse más cómoda. A pesar de la tensión inicial, había algo genuino en la forma en que Taehyung se preocupaba por Soomin.
Seokjin se despidió y se fue, dejándolos a Jungkook, Soomin y Taehyung solos en el parque. Jungkook y Taehyung decidieron aprovechar el tiempo juntos de manera relajada, sin prisas. Mientras caminaban por el parque, Soomin se entretuvo jugando en el área de juegos, y Jungkook y Taehyung se sentaron en un banco cercano para conversar.
— ¿Cómo ha sido tu día? —preguntó Taehyung, intentando conocer más sobre la vida de Jungkook y su situación actual.
— Bastante agotador. —admitió Jungkook—. Pero ver a Soomin feliz hace que todo valga la pena. Mi trabajo es demandante, pero trato de hacer lo mejor que puedo.
— Lo estás haciendo muy bien. —dijo Taehyung—. A veces, esos pequeños momentos con nuestros seres queridos son los que realmente cuentan.
Jungkook asintió, reconociendo la verdad en las palabras de Taehyung. La conversación continuó de manera fluida, con ambos compartiendo detalles sobre sus vidas y sus experiencias. Aunque la relación entre ellos seguía siendo formal, estos momentos de conexión estaban ayudando a construir una base más sólida.
Cuando el sol comenzó a bajar en el horizonte, Jungkook decidió que era hora de regresar a casa. Soomin estaba cansada pero feliz, y Jungkook sentía que el tiempo en el parque había sido una bendición en medio de su agotadora rutina.
— Bueno, Soomin, ¿listos para ir a casa? —dijo Jungkook mientras ayudaba a su hija a recoger sus cosas.
— ¡Sí, papá! —respondió Soomin, con una sonrisa radiante.
Jungkook se volvió hacia Taehyung, agradecido por su compañía y apoyo.
— Gracias nuevamente por todo, Taehyung. Espero que podamos seguir viéndonos.
— Claro, Jungkook. —respondió Taehyung—. Ha sido un placer pasar tiempo con ustedes. Cuídense.
Con una última sonrisa, Jungkook y Soomin se despidieron de Taehyung y se dirigieron hacia casa. Mientras caminaban, Jungkook reflexionaba sobre el día. Aunque su vida seguía siendo desafiante, estaba comenzando a encontrar algo de alivio en las conexiones inesperadas y el apoyo de aquellos que lo rodeaban.
A medida que el día llegaba a su fin, Jungkook se dio cuenta de que, a pesar de las dificultades, había algo reconfortante en las pequeñas interacciones y en las personas dispuestas a brindar ayuda y comprensión. Aunque su relación con Taehyung estaba en sus inicios, estaba empezando a ver que había posibilidades de construir algo positivo, incluso en medio de las circunstancias más complicadas.
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Caminos Entrecruzados - Taekook
Fanfic❝ Soomin solo quería ver a su papá ser feliz ❞ ↬ actualizaciones lentas ↬ capítulos cortos