—Déjame ver si entendí; ¿tu ex novia reunió a sus tres ex novias para invitarlas como "damas de honor" en su boda?– recopiló Mari.
Yoshiko ni siquiera podía creerlo. Al principio creía que Hanamaru les estaba jugando una mala broma. Es decir, ¿quién invita a su ex novia a su boda? Pero al parecer todo era real.
—Mándala a la mierda– sentenció Mari luego de meditarlo.
—¡No puedo!– Yoshiko esbozó un puchero lleno de frustración.
—¿Por qué?–
—Porque es Hanamaru–.
Mari la observó con cara de incredulidad. —Siempre supe que eras idiota pero esto solo me lo confirma– resopló —¡amiga, date cuenta!–.
—No lo mal entiendas, no es que lo haga porque sigo sintiendo algo por ella, es solo que, fue más mi amiga que mi novia. De hecho lo que teníamos ni siquiera podía ser considerado un noviazgo. Éramos más bien amigas con beneficios aunque los únicos beneficios que tenía eran que podía tomarla de la mano y besarla un poco–.
Su relación con Hanamaru no había sido mala pese a todo. Habían compartido buenos momentos. Compartían pasatiempos, se habían contado algunos secretos, se querían pero jamás había llegado a ser el tipo de relación que Yoshiko habría deseado. Quizás esa fue la razón por la que no le sorprendió mucho cuando Hanamaru la engañó. Ella nunca fue una buena novia para empezar.
—¿Y dónde mierda piensa hacer la boda? Aquí en Japón no se pueden casar dos personas del mismo sexo– Mari interrumpió sus pensamientos.
—Estados Unidos– respondió Yoshiko, recordando que debía buscar su pasaporte si es que quería cumplirle a Hanamaru.
Mari se tiró sobre el sofá de la casa de Yoshiko como si estuviera en su propia casa y lo pensó en silencio. Yoshiko era pésima para decir 'no' por lo que no le sorprendía que hubiera aceptado de inmediato. Algunas veces le gustaría darle un buen golpe a la idiota.
—No soy mucho de tirar hate a las personas pero, esa ex novia tuya suena como una...–
—¡No quiero escucharlo!– Yoshiko se cubrió los oídos y empezó a tararear una canción.
Mari se incorporó para arrojarle una almohada del sofá hacia la cabeza.
—Te fue infiel, te dejó sin importarle cómo te sintieras, te ignoró mientras era feliz con la otra tipa. Ahora te busca y en lugar de pedirte una disculpa te pide que seas su "dama de honor", ¿me estás jodiendo? ¿Cómo no puedes odiarla?–.
—Yo tuve la culpa también–.
—¡Sigues defendiendola! Mierda, ¿por qué a todas las idiotas de buen corazón les pasan las peores cosas?–.
Yoshiko no pudo responder cuando su celular empezó a sonar a todo volumen, una llamada de número desconocido. Usualmente no respondía ese tipo de llamadas pero ¿qué más daba? Pensó y deslizó el pulgar sobre la pantalla táctil para responder.
—¿Diga?– habló con tono formal.
—Yoshiko ¿dónde estás?– la voz de Riko sonó al otro lado de la línea.
—¡Hola, Yoshiko! Soy yo, Chika, el amor de tu... ¡AUCH! Joder, Riko no me empujes–.
Yoshiko frunció el ceño y despegó un poco el teléfono de su rostro para comprobar que la llamada seguía cuando lo único que escuchó fueron golpes y sonidos irreconocibles antes de quedar en silencio. Volvió a colocar la bocina del celular en su oído y esperó hasta que la voz de Riko sonó de nuevo.
—Yoshiko, necesitamos hablar contigo–.
—...Claro– asintió lentamente.
—No por teléfono, en persona–.
—¡En un motel, de preferencia!– chilló la voz de Chika al fondo.
Hubo otra serie de golpes y gritos antes de que Riko volviera a la línea, carraspeando un poco cuando agregó;
—¿Estás libre ahora?–.
—...Si– Yoshiko desvió la mirada hacía Mari quien la observaba con los ojos entre cerrados desde el sofá.
—Bien, envíame tu dirección a éste número, pasamos por ti–.
—¡No!– Yoshiko reaccionó a tiempo, lo último que quería era que Mari se encontrará con aquellas dos, seguro terminaría hablando de más. —Quiero decir, yo puedo ir a donde ustedes me digan– completó.
Hubo silencio. Estaba casi segura que escuchaba murmullos, la voz de Chika se escuchaba distante cuando finalmente hubo respuesta.
—¿Conoces el bar?– preguntó Riko con calma.
—Si... creo–
Yoshiko empezaba a sentirse nerviosa. Hubo más sonidos extraños y gritos de Chika quien pedía a Riko que se detuviera de hacer... ¿Qué cosa? Probablemente golpearla.
—Se refieren al bar gay ¿no?– intervino cuando observó como Mari se incorporaba para acercarse a ella.
—Si, ese– dijo Riko quien sonaba agotada de tener que forcejear con Chika, al parecer.
Yoshiko se tensó cuando Mari llegó hasta donde se encontraba y se puso aún peor cuando su amiga se inclinó para poder hablar cerca del móvil y decir:
—¿Con quién hablas, amor?– usando un tono tan cariñosamente empalagoso como pudo.
Yoshiko escuchó el sonido de algo cayendo y quebrándose al otro lado de la línea.
—¡Te lo dije!– chilló Chika, cuya voz sonaba más que nada eufórica —¡no había manera en el infierno de que no tuviera... AH, mierdaaagggh!–.
Yoshiko estaba segura de haber escuchado agua o algún tipo de líquido asfixiado a Chika.
—Te esperamos allí– dijo Riko y colgó.
Mari intentó arrebatarle el celular de la mano a Yoshiko, sin embargo esta era mucho más fuerte y ágil a pesar de ser unos centímetros más baja así que esquivó el intento y se alejó.
—¿Quiénes eran? ¿Tu ex novia y su nueva adquisición?– preguntó, cruzándose de brazos.
Yoshiko no respondió mientras buscaba su billetera y su chaqueta para luego correr hacia la puerta.
—Volveré luego, no olvides cerrar bien cuando te vayas– pidió casi cuando iba saliendo.
—¡No vayas a hacer otra cosa estúpida!– alcanzó a escuchar la voz de Mari.
Yoshiko ignoró aquello. No es como si Riko y Chika le fueran a pedir que hiciera alguna locura absurda.
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El club de las Ex-s
HumorDonde hanamaru reúne a sus tres ex novias para una misión sumamente importante... ¡ser sus "Damas de honor" en su boda! El problema empieza con que las tres chicas, no son realmente amigas y de hecho se odian un poco porque claro, nadie quiere ser a...